Dos infraestructuras públicas de Arteixo, ambas millonarias y con sus beneficios todavía en el aire, se han colado en Nacionrotonda.com, el "inventario visual del desastre urbanístico español de los últimos quince años" que ha puesto en marcha un grupo de ingenieros especializados en ordenación del territorio.

Sobran las palabras. La web está compuesta solo de imágenes que muestran el antes y después de actuaciones que han abierto grandes cicatrices en el paisaje. Basta deslizar el ratón por la fotografía aérea de una amplia superficie forestal para que el verde dé paso a un enorme solar: 1,5 millones de metros cuadrados urbanizados sin una sola nave. Es el polígono de Morás.

El parque empresarial llamado a convertirse en el motor industrial de la provincia es hoy un erial. Las obras permanecen paralizadas desde hace dos años y sin una marca en el calendario para su apertura. Los políticos confían en que pronto germinarán los brotes verdes y que aquel campo se transformará en un vergel industrial.

La declaración de impacto ambiental del polígono de Morás reconocía que la afectación al paisaje sería "grave" e "irreversible". Del mismo modo que la construcción del puerto exterior de punta Langosteira. Nacionrotonda se detiene también en la impresionante transformación de este pedazo de la costa en el que el Estado ha invertido ya más de 700 millones para alejar los tráficos peligrosas de la ciudad el tras el desastre del Prestige.

El Puerto acaba de licitar la segunda fase del contradique sin que todavía se haya aprobado el proyecto de acceso por ferrocarril, vital para su actividad. Su cercanía a la dársena exterior de Ferrol y la incertidumbre sobre su futuro lo han colocado en el punto de mira de Nacionrotonta, que muestra la transformación de la costa desde el arranque de las obras, hace una década.

Arteixo es el municipio de la provincia más citado en esta web, por la que asoma el polígono de Vío, privado y vacío, y que los gobiernos aspiran a convertir en base logística de Langosteira. Son algunos de los enclaves escogidos por Miguel Álvarez, Melina Grinberg, Rafael y Guillermo Trapiello y Esteban García para propiciar una reflexión sobre las heridas urbanas del país.