Las obras en la autopista A Coruña-Carballo a su paso por Arteixo están trayendo numerosos quebraderos de cabeza a los usuarios de la vía, que consideran injustificado el cobro de la tasa cuando la realidad diaria es que la AG-55 no cumple con su primordial función: acelerar el tráfico. Entre los trabajos que se realizan en la rotonda de Sabón y en los accesos por carretera al puerto exterior, la autopista se convierte en un infierno para los conductores, que a menudo sufren retenciones y tienen que reducir la velocidad a niveles incluso más bajos que en la propia carretera comarcal, la vieja 552.

Vecinos y oposición reclamaron en numerosas ocasiones al Concello de Arteixo que intercediese y reclamase a la Xunta y a Fomento que suprimiese el cobro en la AG-55 a su paso por Arteixo, pero las peticiones han caído en saco roto y la situación sigue igual. Con este panorama, los propios afectados decidieron plantarse ayer en el peaje de la AG-55 -el de Pastoriza, a la altura del Quinto Pino- para hacerse ver y exigir "de una vez por todas" el levantamiento de barreras.

La cita era a las ocho de la tarde en la rotonda de Sabón, en donde se concentraron cerca de una treintena de vehículos que partieron en caravana hasta el peaje. Allí les esperaba la Guardia Civil, si bien no se produjo ningún altercado. Los conductores decidieron crear una fila de coches e ir pasando, uno por uno, por la cabina para exigir una hoja de reclamaciones a los operarios, con el fin de reclamar la gratuidad del peaje. En total, los conductores estuvieron bloqueando finalmente dos de los cuatro carriles de la entrada al peaje durante algo más de una hora.

"Cumplimos nuestro objetivo, que era bloquear el peaje durante un rato para hacernos ver para exigir su gratuidad", explica Xabier Maceiras, concejal del BNG -partido que convocó la protesta-, que estuvo presente en el acto. Vecinos y concejales del BNG de Arteixo, A Coruña y A Laracha secundaron la queja, pasando por el peaje con carteles en sus coches en los que se podían leer mensajes como No queremos pagar o Eliminación del peaje en la AG-55.

Pasividad de las autoridades

La pasividad de las autoridades para poner fin al cobro del peaje en la AG-55 llevó ayer a los vecinos a manifestarse en la propia estación. Y es que en este asunto nadie mueve ficha. El alcalde de Arteixo, Carlos Calvelo, se comprometió el pasado mes de julio a trasladar las quejas de los usuarios a la Xunta y Fomento. "El alcalde ya trasladó la situación pero todavía no se ha hecho nada al respecto", explicaba ayer el Ejecutivo local, que reconoce que "cada vez hay más obras" que afectan al tránsito en la AG-55.

Desde el pasado 7 de julio el tramo entre los kilómetros 4 y 6 se cerró a causa de las obras de voladura y desmonte de los taludes de roca existentes entre la Curva de Os Conexos y el Quinto Pino para construir los accesos a Langosteira. Desde ese día, la situación no ha variado: los usuarios de la autopista sufren retenciones pero tienen que seguir soltando los 0,55 céntimos necesarios para que se levanten las barreras.