Tras veinte años en la política de Sada, Abel López Soto emprende la retirada. Este histórico político, por dos veces alcalde, se "jubila". Deja trabajo y bancadas. Su retirada de la vida municipal circulaba por la villa marinera desde hace meses y esta semana el propio edil confirmaba su renuncia a presentarse como candidato por el BNG en 2015. Y lo hacía a través de la Red.

"Cuando uno se jubila, se jubila. Yo no soy de la casta de la que hablan algunos, ni me considero imprescindible. Aporté todo lo que estuvo en mis manos, profesional y políticamente, para mejorar nuestro país y pienso seguir haciéndolo mientras viva, pero hay diferentes modos de colaborar", argumentaba días atrás en su Facebook en respuesta a una pregunta sobre su continuidad.

López Soto defendía en esta renuncia online la necesidad de una renovación política en Sada. "No es bueno dar la sensación de apego a ningún sillón... Gente joven como tú -en alusión a su interlocutor en la red - tiene que ser protagonista y yo apoyaré eso".

La salida de este histórico de la política multiplica las incógnitas sobre las elecciones de 2015 en Sada. Según ha podido saber este diario, el BNG baraja ya varios posibles sustitutos, que deberán contar con el respaldo de las bases. En la pasada cita con las urnas, el Bloque se convirtió en la lista más votada, aunque un acuerdo entre PP y PDSP lo catapultó a las bancadas de la oposición.

La fragmentación de la derecha, acrecentada con la expulsión de los ediles de Sada Popular por el alcalde, Ernesto Anido, la posible irrupción de nuevas fuerzas aún incipientes y la división en el frente nacionalista abre un escenario que complica las quinielas. La salida a principios de este mandato de varios ediles e integrantes de la lista del BNG para incorporarse a Anova abrió una brecha en el nacionalismo de Sada. Y todavía es pronto para si cuajará la creación de un frente común de cara a los comicios.

La renuncia a Abel López Soto a encabezar la candidatura deja a Sada sin uno de sus políticos más veteranos. Su salida contrasta con la permanencia de su principal antagonista, Ramón Rodríguez Ares, que a punto de cumplir 75 años pretende ser una campaña más cabeza de cartel por el PDSP.

La rivalidad entre Soto y Ares viene de atrás. El nacionalista estrenó en la política de Sada de manos de un detractor histórico del monchismo, Manolo Cristanto. Corrían los noventa cuando el exalcade se incorporó al PSG-EG (partido al que ya representaba en Boiro). A partir de 1995 comenzó a figurar ininterrumpidamente en las listas y en el 2000 se estrenó como edil.

Tres años después, con Abel López como candidato, el BNG arrebataba al PP la mayoría absoluta. Fue un mandato corto, truncado por la moción de censura de Rodríguez Ares con el apoyo de un tránsfuga que le valió su expulsión del PP. En 2007 el BNG se convirtió en la lista más votada y gobernó en coalición con el PSOE. En 2011 obtuvo nuevamente al primer puesto, pero un pacto entre PP y PDSP lo relegó a la oposición. Ahora López Soto escucha con asombro cómo el PP pretende vincularle con el PDSP. "Algo surrealista", critica este azote del monchismo.