El Ayuntamiento de Oleiros anunció esta semana que derribará tres viviendas en ruinas en Perillo. Dos de ellas las tirará la empresa propietaria y la otra el Concello cree que el dueño no lo hará en el plazo que le han dado de un mes por lo que ya cuenta con ejecutar la demolición de forma subsidiaria. La prisa por derribar esta construcción se debe a que está ubicada en unos terrenos que conforman el polígono 15 de la Corredoira das Viñas que según anunció ayer el regidor, Ángel García Seoane, va a empezar a urbanizarse "antes de finalizar la legislatura", en un plazo de seis meses.

El Gobierno local quiere convertir la actual Corredoira das Viñas, que aún hoy en día lo es, en una verdadera calle de doce metros de anchura con urbanizaciones en las dos márgenes, donde ahora hay solo terrenos vacíos. Si efectivamente se inicia la urbanización del polígono 15, donde se prevén tres bloques de unas 56 viviendas, sería el primer desarrollo urbanístico en iniciarse en la actual legislatura, aunque se han anunciado y empezado a tramitar otros como el del campo de golf o los dos ámbitos de Mera, además del situado al borde de la ría en Beiramar.

Seoane aseguró que la casa que se derribará ubicada dentro del polígono fue comprada a Hacienda por un particular vecino de Perillo, que la adquirió "en 30.000 euros".

Al otro lado de Corredoira das Viñas se sitúa el polígono 16, un ámbito donde se prevén chalés, bloques de pisos de bajo y tres plantas y una nueva calle. En este caso son pequeños propietarios que rechazaron adelantar dinero al iniciar el Concello la tramitación por el sistema de cooperación, por lo que las dos partes están en conversaciones.