Pese a que la nueva rotonda de Sabón todavía no ha abierto al tráfico, el Ayuntamiento de Arteixo ha recibido un informe de la Policía Local que señala que existen varias deficiencias que se deberían corregir para garantizar la eficacia de la infraestructura que ha construido la Xunta, que aseguró que la nueva rotonda de entrada al polígono estaría lista antes de empezar 2015.

El documento alerta de que los nuevos carriles de la carretera que comunica con la A-6 y la AG-55 miden unos cuatro metros cuando deberían tener una amplitud de seis para que los puedan usar los transportes especiales que principalmente tienen como destino el polígono de Sabón. Los agentes tienen que cortar el tráfico dentro de la rotonda para que este tipo de camiones puedan circular por la glorieta en sentido contrario para dirigirse a la autopista o a la autovía. Unos 800 metros después los transportes especiales pueden incorporarse al sentido habitual de la marcha.

El informe también advierte de que deberían retirarse las farolas que en la actualidad están colocadas en el desvío hacia la carretera de entrada a la A-6 y AG-55 porque podrían impedir el paso de transportes con cargas especiales. Al igual que en el caso de las farolas, otro de los avisos que realiza el documento policial es que las protecciones prefabricadas de los laterales miden 90 centímetros de alto cuando esta altura podría generar dificultades a este tipo de transportes que usen la rotonda.

Los conductores y los vecinos del entorno de la glorieta comprobaron cómo hace casi un mes los operarios de la obra, que la Xunta adjudicó a Acciona, colocaron unos semáforos en los accesos desde la travesía de Oseiro, la avenida Manuel Platas y la carretera que se dirige hacia la A-6 y la AG-55. El informe de la Policía Local señala que habría que quitar los semáforos.

La Xunta afirmaba en la primera semana de octubre que la nueva rotonda de Sabón estaría lista "en este 2014". La empresa adjudicataria ya ha iniciado los trabajos de cimentación para volver a colocar la pasarela peatonal que fue desmontada para la ejecución de las obras de la glorieta. El Gobierno autonómico también indicó entonces que la rotonda superior estará destinada fundamentalmente a absorber los vehículos ligeros y la inferior será para el tráfico pesado.

La Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Infraestruturas anunció hace dos semanas que analizaría "varias medidas" con el fin de reducir el impacto acústico del tráfico de la rotonda. Los vecinos hicieron reclamaciones, escritos y recogidas de firmas desde el pasado mes de julio.