La rotonda de Sabón estará operativa esta misma tarde tras su inauguración, esta mañana, en un acto sin preguntas protagonizado por el presidente de la Xunta Alberto Núñez Feijóo, la conselleira de Medio Ambiente Ethel Vázquez, el presidente de la Diputación Diego Calvo y el alcalde de Arteixo, Carlos Calvelo, quien también se mostró muy satisfecho de celebrar una "semana grande" en la localidad coruñesa tras la cesión definitiva del polígono industrial de Sabón al Concello consensuada ayer con la firma del convenio. La conselleira y el presidente destacaron en la inauguración la "inversión eficiente" realizada en un punto negro de la comarca que suponía un embudo al tráfico.

"50.000 conductores esperaban una actuación para solucionar el tráfico en la rotonda", manifestó Feijóo antes de hacer un repaso por otras infraestructuras financia la Xunta en la comarca como la tercera ronda o la vía ártabra.

Con 11,04 millones de euros de inversión, el municipio de Arteixo cuenta ahora con este acceso que complementa a la tradicional rotonda que unía la A-6 y AG-55 con la carretera que va hacia A Coruña, la que lleva a Meicende, las dos que orientadas a las zonas norte y sur del polígono y la de Arteixo.

Por encima de esta instalación ahora existe una segunda rotonda que conecta tres de esos puntos, el primero es el acceso a la A-6 y AG-55, el segundo es la carretera de A Coruña y el tercero es la entrada sur del polígono de Sabón.

Otros de los protagonistas del acto han sido los trabajadores de Alcoa, que se concentraron en las inmediaciones para protestar por la situación crítica que vive la planta coruñesa, con casi 400 puestos de trabajo en juego.

El presidente se comprometió a atenderlos al término del acto, lo que, finalmente, hizo. Antes, en declaraciones a los periodistas, el vicepresidente del comité de empresa, Juan Carlos López, indicó que su intención no es, "de entrada, negociar ningún despido" con la empresa. "Queremos buscar soluciones y el presidente nos tiene que dar alguna", ha dicho.

Tras terminar el acto oficial, se produjo el encuentro. En ese momento, personas del entorno de Feijóo, entre ellos un escolta, trataron de evitar a los periodistas que lo grabasen. Uno de ellos recibió un fuerte empujón por parte de este escolta cuando sacó su micrófono al ver que las cámaras se acercaban a tomar imágenes.