Un edificio de unos siete metros de altura máxima en la cima de un monte dentro de un entorno agrario en Porzomillos (Oza-Cesuras) puede tener un impacto paisajístico "considerable", según ha advertido el Servizo de Planificación da Paisaxe de la Xunta. La Consellería de Medio Ambiente acaba de resolver que no es necesario someter al procedimiento de evaluación ambiental estratégica el plan especial que promueve el Concello fusionado para construir en suelo rústico una residencia de mayores, propiedad de la sociedad Lucus Residencial de Lugo. La Xunta sin embargo, ante la advertencia de este órgano, exige que este plan especial incluya un estudio de impacto e integración paisajística.

El Ejecutivo gallego también ha puesto otras condiciones tras las alegaciones que formuló el BNG del municipio, que advirtió que el proyecto no prevé nada respecto a cesiones obligatorias, sistema de tratamiento de residuos sanitarios o sistema de depuración de aguas. El Bloque advirtió del impacto visual del inmueble por su ubicación, señaló que no se justificaba que no se buscase otra localización ni que no se apostase por rehabilitar el sanatorio de O Paraxón, como se prometió en su día.

Medio Ambiente por lo tanto da luz verde respecto al aspecto ambiental si se asegura la "correcta gestión de los residuos" sanitarios y reclama que se justifique si la red municipal de abastecimiento y de depuración de aguas residuales tienen capacidad suficiente para atender la demanda de la futura residencia de mayores.

Respecto a la ubicación del geriátrico el propio Concello de Oza- Cesuras parece que tuvo conocimiento de la alegación del BNG ya que hace unas tres semanas, el 14 de enero, presentó un escrito ante Medio Ambiente en el que aseguraba que no había más alternativa para construir este inmueble asistencial, no existía posibilidad en suelo urbano y en urbanizable delimitado "el único de que se dispone está destinado al uso industrial".

El Ayuntamiento también alegó que no se podía rehabilitar el antiguo sanatorio de Cesuras para abrirlo como geriátrico "con carácter inmediato" porque el terreno fue donado al Concello por parte del Estado "con la condición de que sea destinado a la creación de un parque público municipal y a la conservación y defensa de su masa arbórea, creación en el edificio de un centro municipal de extensión cultural y educativa y establecimiento en su recinto de instalaciones deportivas permanentes para uso de los vecinos".

La propia Xunta sin embargo prometió, cuando se inició la negociación para fusionar Oza y Cesuras, que tramitaría un proyecto para rehabilitar el antiguo sanatorio de O Paraxón para convertirlo en residencia de mayores, de carácter público. El Gobierno gallego estimaba en dos millones de euros el coste de la restauración del edificio.

Este proyecto de geriátrico en Oza es muy antiguo, tiene más de una década. En octubre de 2003 el entonces alcalde de Oza dos Ríos, José Ramón Peón, anunció que la Xunta había dado el visto bueno a una residencia de mayores diseñada por la sociedad Lucus Residencial y que daría servicio a toda la comarca y crearía empleo. Aseguró entonces que era el "proyecto más importante" realizado en toda su etapa en la Alcaldía. Ese mismo mes de octubre en el que hizo el anuncio se constituía la empresa Lucus Residencial. Ahora el yerno del entonces alcalde, el presidente de la gestora de Oza Cesuras Pablo González, inició la tramitación del plan especial para esta residencia.