El Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) ha confirmado, sin posibilidad de recurso, la sanción de 90.001 euros impuesta por la Xunta a una farmacia de A Coruña por dispensar medicamentos en un local en Oleiros que combina botica con parafarmacia, venta de bisutería, cerámica y galería de arte.

El Superior consideró probado que la titular de la farmacia cometió una "infracción muy grave" al vulnerar la ley del medicamento que obliga a las oficinas de farmacia a suministrar las medicinas y productos sanitarios "en las condiciones legal y reglamentariamente establecidas" y prohíbe explícitamente la venta "a domicilio y cualquier tipo de venta indirecta al público de medicamentos".

El Servicio de Inspección Sanitaria de A Coruña recibió en 2008 la denuncia de que en Oleiros se vendían "medicamentos con y sin receta incluidos psicotrópicos" en un local que tenía una parte de botica, con parafarmacia y venta de otros productos; y uno espacio como galería de arte con exposiciones y que se dedicaban "a la venta de productos de parafarmacia y a la exposición de cuadros".

Tras una inspección en estos locales (inmovilización, recogida de facturas...), la Consellería de Sanidade abrió expediente sancionador en 2009 (el Colegio Oficial de Farmacéuticos también lo hizo), que luego se declaró caducado pero en 2010 se abrió otro y en 2011 acordó la sanción de 90.0001 euros.

La profesional denunciada aseguró en el juicio que no había pruebas de venta de medicamentos en la parafarmacia ni de que vendiese medicinas en otro lugar que no fuese su oficina en A Coruña. Declaró que en ese local los inspectores hallaron medicamentos porque estaban "depositados" y que eran para uso de su familia o para enviar a una residencia de mayores a la que suministraba. Aseguró que se abrió "ilícitamente" el cajón del local donde se hallaron los medicamentos y agregó que la denuncia contra ella fue con "ánimo persecutorio incriminatorio" e incluso se forzaron o crearon pruebas.