El pleno aprobó ayer el Plan de Aforro e Investimento (PAI), una línea de crédito a los concellos sin intereses a la que se han adherido 72 de los 93 ayuntamientos de la provincia que recibirán, en total, 18,7 millones. 12 de los ayuntamientos dedicarán la totalidad de la inversión a obras y 21 al pago de deuda. La mayoría, 38, dedicará una parte a reducir su deuda y otra, a actuaciones. El BNG aprovechó la sesión para criticar que la Diputación suscriba un convenio con Porto do Son para un proyecto que la Corporación se había negado a ejecutar con el PAI. "Los otros ayuntamientos tienen que devolver el dinero y en este caso se financiará íntegramente a través de una ayuda nominativa", criticó su portavoz, Xosé Regueira. El presidente, Diego Calvo, replicó al nacionalista que cuando se firma un convenio con un Ayuntamiento no se requiere al aval del plenario y que "cada gobierno establece sus prioridades".

La Diputación aprobó también las bases que permitirán a los concellos delegar las competencias de control financiero de los servicios de gestión indirecta y las subvenciones con los votos favorables de PP y PSOE y la abstención del BNG, que no es partidario de otorgar más competencias a las diputaciones en detrimento de los ayuntamientos.