Meicende está a punto de estrenar un servicio de autobús urbano después de casi 30 años de lucha para conseguir este servicio. Hace más de tres décadas Arteixo disponía de un transporte público mediante trolebuses. Así lo recuerda Manuel Seixas Martínez, que dedicó 36 años de su vida a ellos. Empezó en 1946 y se retiró en 1982. A sus 92 años recuerda perfectamente el primer día en que empezaron a circular estos transportes: un 24 de enero de 1950. Seixas también explica que durante algunos meses coincidió con Arsenio Iglesias, que más tarde se dedicó al mundo del fútbol. "Los hermanos de Arsenio eran los encargados", indica. Manuel Seixas hizo casi de todo mientras trabajó en la empresa Trolebuses Coruña-Carballo, incluso le apodaron comodín.

Uno de sus cometidos en la empresa fue el de dar electricidad a los vehículos porque si no, apenas tenían fuerza para seguir su marcha. "Si llegaba tarde a trabajar, muchos obreros no llegaban a tiempo a sus puestos porque el trolebús no tenía fuerza para funcionar", explica. Para ello tenía que estar a las seis de la mañana en la central eléctrica del Quinto Pino. Manuel Seixas recuerda que tenía que iba a pie desde su residencia en Figueiroa y tardaba en llegar una hora hasta la central en la parroquia de Pastoriza. También recuerda que el último trolebús que volvía de vuelta hacia O Seixedo era el de las 22.30 horas.

Otra de las funciones que Seixas desempeñó fue la de cobrador, con la que estuvo doce años. "Fue lo peor porque los jefes nunca estaban contentos", asegura. Incluso llegó a ser uno de los operarios que instalaron la línea eléctrica. "En aquella época faltaba electrificar el tramo entre A Coruña y Arteixo. En A Laracha sí había", asevera. A Manuel Seixas le ofrecieron hasta sacarse el carné para conducir los trolebuses, pero lo rechazó debido a que no le gustaba "andar por la carretera". En su último día de trabajo su jefe le explicó el porqué de su apodo. "Decía que valía para todo y que les hacía falta gente como yo", destaca.