Del resignado '¡es lo que hay! de 2011 al ¡te lo dije!. Ramón Rodríguez Ares repite como candidato a la Alcaldía de Sada con un lema que denota cierto resquemor. Moncho salta de nuevo a la arena política tras verse forzado a abandonar las bancadas por una condena a seis meses de inhabilitación. Y lo hace con una candidatura continuista en la que copan los puestos de salida los cinco ediles del PDSP, y que aúpa a su hija, María Rodríguez, al octavo puesto: "Es politóloga y musicóloga. Seguramente hará un buen trabajo".

Sus 75 años no le restan ganas de batirse de nuevo en la contienda electoral . "Aunque no soy joven, lo parezco", presumió ayer ante los suyos. Lo cierto es que pocos vecinos se dejaron caer por esta presentación mañanera que apenas deparó sorpresas. Emilio Gómez, Yolanda Ansede, José Ángel Sánchez, Almudena Pena serán otra vez la guardia pretoriana del histórico alcalde que fundó el PDSP hace una década tras ser expulsado de las filas populares por pactar con un tránsfuga.

No es el único pacto que le ha pasado factura. Su alianza con el PP, al que dio la Alcaldía en 2011 pese a sacarle un buen puñado de votos, culminó abruptamente con la expulsión de sus ediles en un pleno que hizo añicos cualquier posibilidad de integración. En la presentación de candidatura, Moncho evitó mencionar a su exsocio, el popular Ernesto Anido. El nombre del alcalde que dio la patada a su grupo no salió a relucir y solo mereció un mensaje velado, envuelto en una cita de Cicerón: "El destino de un pueblo es una cosa frágil cuando depende de la voluntad y las costumbres de uno solo". A consulta de los medios, Moncho se mostró más que reacio a repetir un pacto postelectoral con Anido o cualquier otra fuerza. "El PP no está en condiciones de decir nada. La gente está un poco enfadada con los pactos y con razón. No es correcto", zanjó.

La presentación de la candidatura dio pie a Rodríguez Ares a echar la vista atrás, con nostalgia y sin autocrítica. Este histórico político de As Mariñas se marcó como prioridad retomar la "senda abierta hace años" por su gobierno desde que se presentó por primera vez en 1979. Moncho vendió su gestión durante 28 años al frente del Consistorio como el mejor aval en estos "tiempos revueltos de crisis, paro, corrupción y populismo". "No bajaremos los brazos", prometió.

Si de algo presumió fue de veteranía. "Es muy importante, los mayores aportamos experiencia. Es una suerte para los jóvenes tener por maestros a personas que han dedicado gran parte de su vida al servicio público", argumentó. Este veterano de la política restó importancia a su inhabilitación por desoír una orden de derribo. "¿Sabes por qué fue?. Pues por desobedecer el mandato de un juez. Y yo ni lo sabía", replicó al ser consultado sobre este asunto por un periodista. Sobre la candidatura, destacó su "ilusión, capacidad de trabajo, ideas" y su conocimiento del concello: "Conocen hasta el último rincón".

La lista solo incluye cinco nuevas caras y en puestos bajos: Alejandra Sánchez, Fernando España, Antonio Ardá, Sonia Presas (presidenta del Sporting) y Paula Castelos. "¡Es lo que hay!", resumió Moncho al término de la presentación.