La rehabilitación de los siete molinos del río Medio fue una de las actuaciones que hizo al Concello de Miño merecedor del premio Ciudad Sostenible en 2007. Los años y el abandono han restado lustre a la iniciativa, que incluía la recuperación de los senderos de este bello y recóndito enclave natural que limita con Vilarmaior.

La falta de mantenimiento ha provocado el derrumbe de la cubierta de uno de los molinos, el más próximo a la carretera, y ha abierto desconchados y humedades en los tejados del resto de las aceñas.

La suciedad y los objetos que campan por el interior de los molinos, como un colchón o una mesilla, evidencian la falta de control del Concello sobre este patrimonio etnográfico, en cuya rehabilitación invirtió más de 100.000 euros de fondos Agader.

Los carteles que dan cuenta de la inversión todavía cuelgan de la fachada de una de estas antiguas edificaciones. Ninguna de las aceñas conserva ya las puertas, los vándalos han provocado más de un destrozo en el interior y los daños provocados por la humedad saltan más que a la vista y amenazan con causar el derrumbe de más cubiertas.

El PSOE critica la dejadez del Concello y recuerda que demanda desde hace más de dos años que se lleven a cabo labores de mantenimiento de los molinos. Los socialistas cuestionan también los materiales empleados en la restauración de estos bienes patrimoniales, como el contrachapado de la cubierta.

El Concello se había comprometido a promocionar esta ruta y a editar una serie de folletos para darla a conocer y dinamizar el lugar. " Ni siquiera está señalizada", denunciaba ayer Catalina Morado, que se desplazó hasta este enclave para comprobar in situ los daños provocados por la falta de mantenimiento. La maleza hace prácticamente inaccesible el último tramo de la ruta, aunque los molinos presentan un mejor estado.