El último pleno de la legislatura en Oleiros finalizó ayer con el apoyo unánime de la Corporación a las reivindicaciones de los trabajadores de la residencia pública de mayores de Pousada, que desde que la Consellería de Benestar les suspendió artículos del convenio colectivo en 2012 trabajan siete días seguidos, tres noches seguidas y libran un fin de semana al mes.

Representantes de los trabajadores estuvieron presentes durante la sesión plenaria y exhibieron pancartas en las que reclamaban la recuperación del artículo del convenio que les permite la conciliación laboral en la que es la residencia pública más grande de la provincia, con más plazas y con una plantilla reducida. El BNG presentó la moción en favor de los trabajadores y todos votaron a favor, también el PP después de que se aceptase enmendar una frase y citar la consellería y eliminar el nombre de la conselleira. El acuerdo implica exigir a la Xunta que inicie el diálogo con los trabajadores y finalice el conflicto.

La Corporación también aprobó por unanimidad dos subvenciones nominativas al club de remo y el convenio con Sada para optar a una subvención destinada a ahorrar en gasto de luz. Sí hubo discrepancia en la declaración como bien patrimonial de una parcela en Icaria que era dotacional y que el Concello quiere vender a vecinos colindantes para que tengan jardín.

El alcalde, Ángel García Seoane, finalizó la sesión agradeciendo la colaboración a todos los concejales durante estos cuatro años, destacando que "las discrepancias son normales" y deseándoles "lo mejor" a los ediles que no repiten. Al levantarse la sesión, olvidando los colores políticos, hubo besos y abrazos.