Compromiso por Miño y PP han sellado un acuerdo de gobierno. La agrupación local envió ayer un escueto comunicado para informar de un pacto que habían negado por activa y pasiva durante la campaña. Solo unas horas después, la dirección nacional de Compromiso se desmarcaba totalmente de la alianza, anunciaba su intención de retirar las siglas a la candidatura y exigía al alcalde y único edil electo de la agrupación local de Miño, Ricardo Sánchez, que abandonase su acta por incumplir su promesa y pactar con los populares después de presentarse ante la ciudadanía como la "única alternativa de izquierdas".

Miembros de la ejecutiva nacional en la comarca fueron los primeros en desmarcarse de una alianza que "incumple lo más sagrado que hay en la política: la palabra dada", como resumió Paulo López, afiliado de la agrupación local de Betanzos y principal interlocutor en las negociaciones con el PSOE previas a la investidura, que salió ayer al paso del pacto y acusó al equipo que lidera Ricardo Sánchez de "cometer un fraude electoral".

Y es que el líder de Compromiso por Miño, el exsocialista Ricardo Sánchez, descartó tajantemente un pacto con el PP, el partido que ha gobernado el municipio durante las últimas tres décadas. La formación obtuvo 234 votos, un concejal, y logró la Alcaldía con los seis votos del PP, que había quedado empatado en concejales con el PSOE. Los socialistas, que por primera desde la República consiguieron superar a la derecha y que se quedaron a solo 66 papeletas de la mayoría absoluta han obtenido ya el permiso de la Subdelegación de Gobierno para concentrarse el próximo sábado en repulsa por el pacto y exigir la dimisión de un alcalde que consideran "ilegítimo".

Los que más sorprendidos se mostraban ayer eran los integrantes de la dirección de Compromiso. Su secretario xeral, Xoán Bascuas, cuestionaba a la mañana la información de este diario sobre las negociaciones de un pacto con el PP. Y es que ese mismo día, la ejecutiva del partido había mantenido un encuentro con la dirección gallega del PSOE para intentan encauzar y reabrir el diálogo. A esta reunión a también asistió el recién investido alcalde de Miño que, solo unas horas después, daba por sellado el pacto con los populares.

"No cumplieron con la dirección del partido ni con la ciudadanía", lamentaba ayer Xoán Bascuas, que también tuvo críticas para los populares y socialistas de Miño. Compromiso acusó al PP de "mantener una estrategia de todo vale y de promover la inestabilidad de las instituciones" y afeó al PSOE "su actitud prepotente" por negarse a negociar un gobierno de coalición.

Paulo López, que siguió el proceso desde el principio y que dio la cara el día de la investidura, se mostraba ayer especialmente sorprendido y dolido por el vuelco que habían dado los acontecimientos. "Me parece una deslealtad con el partido y con los que dimos públicamente la cara por la candidatura de Miño", lamenta.

El PSOE, en cambio, no mostraba el menor signo de sorpresa. "Esto no hace sino confirmar lo que dijimos desde el primer momento, que todo estaba pactado. Compromiso por Miño ha jugado con la voluntad de los vecinos y de su propio partido", censuraba ayer el portavoz socialista y candidato a la Alcaldía, Manuel V. Faraldo.

El exalcalde y candidato por el PP, Jesús Veiga, rompió ayer su silencio de los últimos y dejó caer que había un pacto previo con Compromiso y que por ese motivo sus seis concejales le dieron su apoyo a Ricardo Sánchez en la investidura. "La Alcaldía no cae de un guindo", incidió.

Jesús Veiga volverá a ocupar un segundo puesto en el Gobierno local. Este veterano secundario de la política, que lleva 32 años en el Ejecutivo, heredó el bastón de mando de su predecesor, Juan Maceiras, en el ecuador del mandato. El popular se mostró desde el primer momento convencido de que habría un gobierno Compromiso-PP. Nada más darle sus votos a Ricardo Sánchez en la investidura lo dejó claro: "Seis más uno son siete, gobernaremos", recalcó.

Los populares evitaron hasta el mismo día de la investidura desvelar cuál sería el sentido de su voto. Según han afirmado fuentes del partido a este diario, las negociaciones se prolongaron casi hasta el último minuto.

Compromiso por Miño niega que existiese un pacto previo y culpa de la situación al PSOE, por negarse a negociar un gobierno de coalición. Fuentes del partido equiparan a los populares y socialistas y creen que la renuencia del equipo que preside Manuel V. Faraldo a pactar respondió más a razones personales que políticas.

Los socialistas se negaron a Compromiso al gobierno, al que ofrecieron un trato preferente en la negociación de los presupuestos y otros asuntos de relieve y también su integración en la mesa de contratación. Vázquez Faraldo se mostró desde el primer momento contrario a "desplazar" a su equipo para integrar a su excompañero de filas, a pesar de que en el encuentro ya se puso sobre la mesa la posibilidad de que los populares diesen sus votos. "Esa será la responsabilidad del PP", dejó claro el líder socialista. La dirección de Compromiso, que también estaba en esas reuniones, insiste en que aunque Sánchez estaba legitimado a postularse, independientemente de quien le apoyara, pero no así a pactar con el PP.