El PP provincial se desmarcó ayer de la decisión de su partido en Miño de llegar un acuerdo con el alcalde y único edil de Compromiso (ahora ya concejal no adscrito). El pacto, que ya estaba en las quinielas incluso antes de la investidura, se confirmó cuatro días después de que los seis concejales populares regalasen el bastón de mando al exsocialista Ricardo Sánchez y desbancasen así al PSOE, la lista más votada, que se quedó a solo 66 papeletas de la mayoría absoluta.

El secretario xeral del PP, Diego Calvo, rompió ayer su silencio y se desmarcó de un pacto, que recalcó, fue una "decisión local". El dirigente popular sostuvo que esta alianza "no es la que más convencía" al partido, sobre todo por la renuncia a la Alcaldía. Calvo evitó aclarar si se plantean abrir un expediente a los concejales de su partido (Compromiso ya ha retirado sus siglas a la candidatura de Miño).

Los populares, que siempre han defendido que debe gobernar la lista más votada, recurrieron ayer al y tú más para justificar su actuación en Miño. Diego Calvo se declaró "asombrado" por la reacción de "algunos que reciben lo mismo que están dando", en alusión al PSOE, cuyos simpatizantes han convocado una concentración mañana bajo el lema Miño no se vende.

El PSOE provincial acusa al PP de ser "cómplice de un fraude electoral" al permitir acceder a la Alcaldía a un concejal "que apenas logró 234 votos". En un comunicado, el secretario provincial, Julio Sacristán, acusa al recién investido alcalde de firmar un "pacto contra natura, que no respeta la voluntad expresada por los ciudadanos y que supone un fraude al electorado". "Acciones como esta suponen una falta de respeto a las más elementales reglas de juego democrático", incide el PSdeG, que contrapone las 234 papeletas logradas por el ahora alcalde con las 1.555 de su formación.

El partido socialista desmintió además que existiesen discrepancias entre la dirección del PSdeG y la agrupación local sobre el modo de abordar la negociación con Compromiso, como defienden los ya excomponentes de esta formación galleguista. "En todo momento de forma conjunta y coordinada", recalcan.

Los argumentos de los socialistas son muy similares a los que ha esgrimido la dirección CxG para retirar las siglas a la candidatura de Miño, formada en su mayor parte por independientes, incluido el alcalde. El partido galleguista ha reclamado al recién investido regidor que dimita por avenirse a pactar con el PP tras presentarse ante la ciudadanía en campaña como "la única alternativa real de izquierdas". La formación, que había hecho el pasado miércoles un último intento de negociar con el PSOE, se enteró horas más tarde por los medios de que el pacto ya estaba cerrado a pesar de que, aseguran, el recién investido alcalde se había comprometido a darles un margen para intentar llegar a un acuerdo con los socialistas.

Impermeable a las críticas, el alcalde, Ricardo Sánchez Oroza, no se plantea renunciar y mantiene que la dirección de CxG fue conocedora en todo momento de los pasos que daba para formar gobierno y que había dado libertad a las agrupaciones locales a la hora de pactar.

Lejos de arrepentirse, Ricardo Sánchez mantiene que está más que legitimado para gobernar, aunque admite que es difícil justificar el pacto con la derecha que gobernó durante más de tres décadas en Miño y que había negado por activa y pasiva antes, durante y después de la campaña. El mandatario insiste en que cumplirá su programa, "centrado en la mejora de servicios sociales y en la creación de empleo". "No son los partidos los que tienen ideología, sino los programas", defendía ayer su grupo.

El regidor culpa al PSOE miñés de lo sucedido por negarse a formar un gobierno de coalición y atribuye la negativa de sus excompañeros de filas a rencillas personales. Sánchez Oroza, que abandonó el PSOE por considerarlo un "partido de derechas", sostiene que si rechazó el último intento de retomar el diálogo de Compromiso y PSOE fue porque estaba supeditado a su renuncia a la Alcaldía.

Durante las últimas horas, ha transcendido el contenido de las grabaciones de las negociaciones entre PSOE y Compromiso previas a la investidura, en las que participaron integrantes de las dos ejecutivas provinciales, y que dejan en evidencia que la posibilidad de que el PP le diese sus votos Ricardo Sánchez estaban ya sobre la mesa.

Malestar en el PP local

El PP de Miño ha celebrado una reunión que dejó en evidencia el malestar de un sector con el pacto y el voto del partido en la investidura. Integrantes de la candidatura popular han confesado a este medio sus dudas acerca de una maniobra que cuestionan "éticamente". Los populares, al igual que los ya ex de Compromiso, censuran con todo los ataques e insultos que han recibido, incluidos carteles en comercios y negocios de sus afines y acusan al PSOE de convocar la concentración para soliviantar más los ánimos.