Ni un solo postor se dejó caer ayer por el Juzgado de lo Mercantil número 2 de A Coruña para hacerse con el derecho a superficie del hotel Sada Marina. El malogrado cuatro estrellas de la villa marinera se sometió a su tercera subasta sin éxito. El juez ha fijado una nueva y última puja para el 8 de septiembre y con condiciones mucho más ventajosas: de los 926.000 euros de precio de salida a solo 370.000 (la puja mínima admitida pasa del 50% al 20% del tipo de subasta, que asciende a 1,8 millones).

Fuentes del juzgado se mostraban ayer optimistas y manifestaban su confianza en que las nuevas condiciones sí podrían atraer a postores a la subasta de septiembre. Solo los administradores concursales se dejaron caer ayer por la séptima planta de los juzgados y, aunque cautos, no ocultaron su desazón al ser consultados por sus expectativas de insuflar nueva vida a la mole de hormigón que ocupa el centro de la villa.

La puja llega solo cuatro días después de que el pleno tumbase la propuesta del PP de habilitar 750.000 euros para adquirir el derecho en superficie del hotel. El Gobierno local (Sadamaioría, BNG, PSOE) y PDSP se opusieron a la solicitud y esgrimieron informes técnicos que recomendaban que, como paso previo al desembolso, se aprobase el cambio de uso a través del plan general y se recabase la preceptiva autorización del Estado. El Ejecutivo municipal defendió que la subasta, más que una amenaza, representaba una "oportunidad", tanto si prosperaba y una empresa resucitaba este cuatro estrellas venido a menos, como si quedaba desierta, dado que el juzgado ofrecería en ese caso unas condiciones más ventajosas. El hecho de que la puja quedase desierta no extrañó ayer al Concello, que no cierra la puerta a adquirir el derecho en superficie del complejo pero, incide, "con garantías".