La banda Santiago de Arteixo participará en un intercambio musical que la llevará hasta El Provencio, en la provincia de Cuenca. Es una práctica bastante habitual, según explica el presidente de la agrupación, Pedro Castro. El año pasado la banda de El Provencio vino a tocar en Arteixo durante las fiestas de Santiago y este verano será al revés. Los integrantes de la grupo arteixán estarán desde el viernes 7 de agosto hasta el lunes en Castilla-La Mancha, donde ofrecerán un concierto y disfrutarán de otras actividades como una visita al parque de atracciones Warner de Madrid, además de conocer la propia Cuenca. "Es una forma de motivar a la gente. Lo pasamos bien y la gente conoce otros lugares con estos viajes", señala Pedro Castro.

En la actualidad la banda la integran unas 40 personas. Sobre todo destaca la amplia presencia de gente joven. El presidente de la banda apunta a que se debe a la escuela de música de Arteixo. "Los padres al final los acaban metiendo en la banda", explica. Uno de los objetivos que tiene esta agrupación es crear una "tradición" y una "cultura musical" porque en Arteixo apenas había hasta hace poco. La banda Santiago de Arteixo tiene 15 años de edad. "Antes no había absolutamente nada", asegura Castro.

Los principales objetivos que tiene el grupo son conseguir una sede propia para poder tener libertad a la hora de ensayar en cualquier momento. Ahora tienen que utilizar aulas del centro cívico de Arteixo, donde, según Pedro Castro, no han tenido grandes dificultades pero prefieren disponer de un espacio propio que puedan gestionar. "Se ha hablado de construir una planta más en el centro cívico", señala el presidente de la agrupación musical.

El alcalde, Carlos Calvelo, anunció en el pleno de esta semana que el Concello estudia la ampliación del edificio. La planta baja quedaría para exposiciones culturales, el primer piso para la biblioteca y la segunda planta para la escuela de música (también para uso de la banda Santiago de Arteixo. Los ingresos que recibe la banda llegan a través de un convenio de colaboración con el Concello. Tienen que actuar en las fiestas de todas las parroquias a cambio de una compensación económica. El dinero que reciben es básicamente el director, una comida anual y un viaje como el que van a hacer ahora hasta El Provencio. "El único que cobra es el director. Del resto nadie", indica Pedro Castro.