Mientras en otras localidades se multiplican estos días de verano las ferias gastronómicas, "de la patata al mejillón", Santa Cruz celebró su "feria de la cultura", tal y como definió el alcalde, Ángel García Seoane, la feria de alfarería Alfaroleiros, "considerada como la más importante de la península Ibérica" y que este año cuenta con la presencia de 23 artesanos procedentes de toda Galicia y también de distintas localidades españolas además de un alfar de Coímbra (Portugal).

El regidor inauguró ayer esta vigésimo primera edición en compañía del nuevo presidente de la Diputación, Valentín González, que destacó que la de ayer fue su primera visita institucional a un concello desde que está en el cargo. Reconoció que la aportación económica a esta feria es "pequeña" y no descartó que se produzca un incremento en próximas ediciones.

Seoane y Formoso visitaron todos los puestos y hablaron con sus responsables. El presidente provincial mostró gran interés en la actividad de la alfarería y preguntó a cada artesano qué tipo de barro utilizaba, de qué zona era o cómo era la situación actual del sector.

Desde la cerámica colorista de Jaén hasta la negra de Gundivós o la blanca de La Rioja, vecinos y visitantes disfrutaron de las piezas expuestas sobre la hierba del parque. Ayer los alfareros estaban contentos: hacía "el día perfecto" para las ventas, ni mucho calor que lleve a potenciales compradores a las playas ni lluvia que los espante. La feria también tiene más piezas de uso práctico que otros años, desde pendientes y marcapáginas hasta anillos o portalápices. Además hubo boom de animales.

Este año como novedad, además de alfareros tradicionales el Concello invitó a dos ceramistas, uno de Bembrive (Vigo) y otro de Reus (Tarragona).