El Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil ha imputado un delito de maltrato animal a un vecino de Vilasantar de 47 años por tener a sus más de cien vacas en pésimas condiciones higiénico-sanitarias en una granja sin luz para ordeñar y sin espacio ni alimento suficientes. Los animales además estaban llenos de excrementos que nadie había retirado hacía tiempo.