El BNG ha denunciado en numerosas ocasiones que ve "absolutamente escandaloso" que la concesionaria, Autoestradas de Galicia, y la Xunta mantengan el cobro del peaje de 0,55 euros en ese tramo de la AG-55, en el que la velocidad está limitada a 60 kilómetros por hora y en el no se pueden hacer adelantamientos. La Xunta respondió que los trabajos suponen una pérdida de "entre uno y dos minutos" en un tramo de apenas 5 kilómetros que se recorre en menos de cinco minutos. "El volumen de tráfico apenas se ha visto afectado", afirma el Gobierno gallego. Desde el pasado 7 de agosto la autopista ha estado cerrada toda la noche (de 23.00 a 06.00 horas) durante siete días.