La reapertura de la piscina de A Barcala se aplazará hasta que se hayan solucionado las filtraciones de la cubierta. El Gobierno local ha recepcionado la obra contratada por el anterior Ejecutivo municipal, que costó más de 300.000 euros, recuerda, pero considera una "irresponsabilidad" reabrir la instalación "tal y como está la piscina a día de hoy, a pesar de las mejoras en el interior", antes de corregir los problemas detectados en el techo.

El alcalde, Óscar García Patiño, apuesta por realizar una inversión en el futuro para cambiar por completo la cubierta y el sistema de impermeabilización, aunque apunta que ahora "no es económicamente viable". Para esta reforma estudia solicitar una nueva ayuda de la Diputación, que subvencionó las obras ya realizadas.

Los trabajos que sí han certificado los técnicos se refieren a los vestuarios, techos interiores, las puertas de evacuación, la impermeabilización de la playa de la piscina y, sobre todo, el sistema de ventilación y climatización.