Un soldado americano se queda atrás en una marcha por un bosque en Francia durante la II Guerra Mundial con la misión de vigilar que nadie cruce el río. Su solitaria vida cambia un día que ve algo que atrae su atención y cambia su rutina para siempre. El río es el Mandeo y el bosque a veces es el de este entorno fluvial brigantino y otras el desconocido y hermoso Franzomel, en Oleiros. Éste es el argumento de Sentinel, el nuevo cortometraje dirigido por el cineasta coruñés Juan del Río, y esas las localizaciones elegidas para ambientar este filme que acaba de rodarse en la comarca y cuyo metraje ahora está en Nueva York para ser montado.

El nombre de Juan del Río saltó a la palestra internacional cuando uno de sus cortos, Pool, fue seleccionado para ser exhibido en el festival de cine independiente más importante de Estados Unidos, Sundance. También es profesor en la escuela de cine Guetto de Nueva York. Habitualmente firma el guión de sus trabajos junto con otro coruñés, José Iglesias, de la productora Rueda como Puedas.

"El guión de Sentinel lo escribimos Juan del Río y yo hace tres años cuando un compañero nos ofreció su colección de atrrezo y vestuario de la II Guerra Mundial pero por otro rodaje tuvimos que dejar apartado el proyecto. Hace un año decidimos enviarlo a un concurso de guiones muy importante en Estados Unidos, el Slamdance Screenplay Competition, y quedamos cuartos finalistas por lo que decidimos retomar el proyecto y como este verano Juan del Río ya venía con la Guetto Film School a rodar a Oleiros, aprovechamos", explica José Iglesias.

El pasado mes de junio el equipo hizo el casting para esta película y seleccionó como actores al protagonista que siempre tuvieron en mente para el personaje del soldado centinela, el actor canadiense Kevin Stewart (que tiene una escuela de teatro en inglés en A Coruña, Katarsis); además de a otros dos intérpretes, Ana San Martín y Miguel Moreno. Bajo la dirección de Juan del Río, estos últimos días el equipo rodó a orillas del Mandeo en la zona de Betanzos y Coirós y también en el bosque de Franzomel en Oleiros, dos localizaciones que ya conocían: en 2010 grabaron Nadie se mete con Acuña en Franzomel; y en 2011 y 2012 grabaron dos cortos junto al Mandeo.

"Son dos localizaciones impresionantes y no nos cansamos de sacarles partido", resalta José Iglesias. En la preparación del rodaje el equipo contó con la ayuda de historiadores y expertos en la II Guerra Mundial de A Coruña.

Una de las zonas favoritas de estos cineastas para rodar películas, el bosque oleirense de Franzomel, tiene los días contados: este maravilloso lugar está dentro del sector donde se construirá una urbanización de 700 viviendas y un campo de golf de 18 hoyos. Después de ejecutarse, este bosque solo podrá verse en películas.