Descalzos y con los tenis en la mano los peatones y con botas de agua en la terraza del bar los clientes. Así transcurrió la tarde de ayer en el Malecón de Betanzos, en el segundo día de inundaciones al coincidir mareas vivas, luna llena y viento del sur. El nivel del agua se incrementó de quince a veinte centímetros entre las 18.15 y las 19.30 y de nuevo se anegó la calle y la acera como ocurre año tras año desde hace décadas en este barrio.

Algunos vecinos lamentaron que no se hubiese cortado el tráfico en la zona sabiendo que iba a haber inundación. Ayer se cortó la circulación aunque al principio siguieron pasando coches y camiones, levantando ondas del agua acumulada en forma de balsa en la calzada, y lanzándolas contra los edificios. Los residentes están ya acostumbrados y muchos incluso se acercaron y se sentaron en el pretil del malecón observando la subida del agua y el paso de la gente con botas.

El exalcalde Manuel Lagares apostaba por válvulas antiretorno y subir la cota del paseo; la exregidor María Faraldo anunció un proyecto de Aguas en la campaña de 2011 que incluía demolición de muretes e instalación de colectores; y el actual primer edil Ramón García apuesta por dejar vacías las plantas bajas de los edificios afectados, subir la cota del suelo y reubicar a los inquilinos en los inmuebles que la Xunta posee, vacíos, en el casco histórico. García asegura que el Concello" no tiene capacidad económica" para arreglar este problema y pide la ayuda de Estado y Xunta para que tomen medidas.