No es la primera vez que las localidades de O Temple y A Barcala, dos de las más pobladas de Cambre, sufren episodios de agua turbia. Uno de los más sonados se registró hace cuatro años, se prolongó durante casi una semana y llevó al Concello ha exigir medidas inmediatas a la Empresa Municipal de Aguas de La Coruña (Emalcsa), que tardó días en determinar la causa, que vincularon finalmente a operaciones realizadas en las válvulas de la estación de tratamiento situada en el lugar de A Telva. El Ejecutivo municipal sostuvo entonces que los problemas detectados en el agua se centraban de forma exclusiva en el color, pero que no afectaban ni al sabor ni al olor ni a otras condiciones del líquido. El Concello ha decidido en esta ocasión desaconsejar su consumo por precaución mientras el agua presente turbidez. La actual concesionaria del servicio, Augaservi, advierte que podría contener un exceso de sedimentos y ha tomado muestras para su análisis en un laboratorio.