La tala que pudo afectar a la mámoa de Chan do Castelo, en una zona del Monte Xalo perteneciente a Culleredo, se realizó sin la necesaria autorización de la Dirección Xeral de Patrimonio. La Consellería de Medio Rural, en cambio, aseguró a Culleredo, según el Concello, que sí había dado su permiso para la realización de los trabajos forestales, aunque no lo confirma. Un técnico de Patrimonio y personal de Medio Rural evaluarán si, como denunció un arqueólogo, se produjeron daños en el enterramiento, de seis mil años de antigüedad, a consecuencia de la tala. El Concello de Culleredo adelanta que, tras una inspección todavía con restos de la tala en la zona, el historiador municipal constata que "los daños de la tala no parecen revestir una excesiva gravedad y no alteraron la fisonomía del yacimiento, que ya estaba bastante deteriorado por el paso de los siglos".

Patrimonio asegura que no tiene constancia de ninguna autorización de tala en el Monte Xalo y afirma desconocer si la autorizó Medio Rural. Explica que abrió diligencias informativas para investigar lo ocurrido en cuanto el denunciante avisó de los daños, "al mismo tiempo a la Xunta que a los medios", apunta. Un técnico inspeccionará el sepulcro y realizará un informe.

Medio Rural investiga también lo ocurrido y revisa si hubo daños porque "la mámoa está cubierta de tierra". Garantiza que siguió "los trámites preceptivos para la tala" y que está "en comunicación absoluta" con Patrimonio, aunque no explicita si dio permiso para talar.