La seguridad del Rally de A Coruña estaba garantizada, en opinión del director xeral de Emerxencias, Luis Menor, que aseguró que la organización había cumplido de "forma rigurosa los requisitos" para la celebración de esta prueba automovilística. "No detectamos ninguna irregularidad", añadió Menor para explicar la inexistencia de medidas especiales en la zona en la que se produjo el accidente, que acabó con la vida de siete personas en el concello de Carralaccidente.

Sus palabras corroboran la afirmación del teniente coronel Francisco Javier Lozano, jefe del sector de tráfico de A Coruña, que había asegurado que era una zona "sin peligro", en referencia al lugar en el que el Peugeot 206 conducido por Sergio Tabeayo arrolló a un importante número de aficionados. "Se había comprobado la seguridad del rally, la documentación, el estado de los conductores y vehículos y todo era correcto", aseveró el alto mando de la benemérita.

"Si hubiéramos detectado un especial peligro -en dicho tramo- habríamos extremado las medidas de seguridad porque así lo exige la ley y hubiera habido más policía", declaró Luis Menor a Radio Coruña. "En un tramo estrictamente como este también es difícil colocar cada 25 metros a un policía o guardia civil, sobre todo en un tramo tan extenso como este", añadió el director xeral de Emerxencias.

"Era una recta a la que los coches llegaban tras una curva a la derecha, bastante abierta, en la que el riesgo podría estar en el lado contrario al que se encontraban las víctimas del accidente. Yo me pondría ahí sin problemas", explicó uno de los numerosos aficionados que asistieron en directo a la carrera. "Lo normal es que el coche se saliese hacia la izquierda en lugar de hacerlo hacia la derecha. Fue una fatalidad", agregó. "Yo estaba en otro lugar, pero esa parte de la carretera no me parece peligrosa".

El accidente de Carral es el más grave que se produce en el automovilismo en España accidente de Carral el más grave que se produce en el automovilismo en Españay releva en esta macabra clasificación al producido en Montjuic (Barcelona) en 1975. En aquel entonces, durante una carrera de Fórmula 1, el alerón trasero de uno de los pilotos se rompió y arrolló a varios espectadores, que se encontraban en las gradas, causándole la muerte a cinco y dejando diversos heridos de diversa consideración. Ni tan siquiera las vallas del protección del circuito catalán fueron suficientes para evitar la tragedia.

La trascendencia del accidente de Carral llevó a la Federación Automovilística Internacional (FIA), que preside el francés Jean Todt, a convocar una reunión de urgencia para mañana en Ginebra. A esta reunión acudirán los presidentes de las comisiones de la FIA involucradas en aspectos de seguridad, tendrá como objetivo "revisar los recientes trágicos accidentes -entre ellos el de Carral- y evaluar cualquier posible medida para apoyar y fortalecer los esfuerzos de los organizadores en seguridad, tanto de los espectadores como de los pilotos", dice la FIA en un escrito.

Esta convocatoria se aceleró tras la tragedia de Carral, aunque ya estaba prevista que se celebrase una reunión de seguridad a petición de los principales pilotos que participan en las pruebas del Campeonato del Mundo. La celebración de diferentes pruebas del circuito europeo habían causado conflictos entre los pilotos, que reclaman mayores medidas de seguridad. El accidente del Rally de A Coruña simplemente aceleró la celebración.

Las medidas de seguridad son distintas según la categoría del campeonato. En las valederas para el Nacional se aplican las normas de la FIA, pero en las carreras de carácter autonómico cada federación tiene unas normas propias. La Federación Gallega de Automovilismo, que preside Iván Corral, está completamente desligada de la Federación Española desde hace años y aplica su normativa a las pruebas del circuito gallego. El coruñés Luis Rodríguez Moya, copiloto de Carlos Sainz y dos veces campeón del mundo de rallies, aseguró ayer que desconocía cómo "actuó" la Federación Gallega -que sigue manteniendo silencio en tanto no disponga de los informes y atestados-, que "no depende de la Española".

Luis Moya también explicó que por motivos de protección, cada "delegado de seguridad tiene la potestad de anular algún tramo de la carrera si considera que existe riesgo". Ernesto Rumbo, oficial de la Escudería A Coruña, y un veterano en la organización de rallies en Galicia, avala el comentario de Moya, pero cree que "este no era el caso", en referencia al lugar en el que se originó el accidente. "Para mí lo que sucedió fue una fatalidad. No me explico como pudo pasar ahí. Es un tramo seguro, un clásico en Galicia, el Meirama-Xalo de siempre", dice.

La organizadora de la prueba, la escudería One Seven Racing, guarda silencio sobre lo sucedido, aguarda al desenlace de las investigaciones oficiales, aunque ayer emitió un comunicado para mostrar sus condolencias con las familias de la víctimascondolencias víctimas. "Queremos mostrar nuestro más profundo pésame, así como el máximo respeto por las víctimas, heridos, y sus respectivas familias. Todos los miembros de la Escudería y el mundo del Automovilismo en general nos unimos a su dolor". El escrito también describe el estado de ánimo de cada uno de los integrantes de la organización. "La vida nos pone a prueba día a día, pero jamás estaremos preparados para una fatalidad como esta. Estamos, todos, completamente rotos". Y finaliza el escrito con sendas frases de apoyo a los familiares de la víctimas y a los pilotos implicados en este trágico accidente.

Ernesto Rumbo, oficial de la Escudería A Coruña, aseguró ayer a este periódico que este trágico accidente "marcará un antes y un después en los rallies que se celebren en Galicia". El veterano organizador de diferentes pruebas en A Coruña cree que sucederá "los mismo que había sucedido en Portugal" años atrás, cuando también hubo numerosos muertos y heridos en una de las tradicionales pruebas en el país vecino. "Entonces la gente se concienció y espero que suceda aquí lo mismo. Todas las medidas que se tomen, por parte de organizadores y aficionados son pocas. La confianza es el peor enemigo que podemos encontrar", afirmó.

Fue testigo de la prueba de este fin de semana y recorrió varios de los tramos, incluso pasó por el lugar en el que originó el accidente. "Estuve allí, porque es uno de los tramos más bonitos de Galicia, pero había mucha gente y decidí cambiar", explica. En diferentes páginas webs se le atribuyen unas declaraciones a la Agencia Europa Press en la que afirmaba: "Yo no me hubiera puesto allí". Rumbo insiste en que no se apostó en el lugar del accidente porque "me gusta estar solo viendo la carrera. Ni lo dije, ni lo pienso". Ahora solo pide "apoyo y unión para todos: familias, pilotos, organización y el automovilismo gallego en general".