La Iglesia parroquial de Santo Estevo de Paleo se desbordó en el funeral por la pequeña Uxía, fallecida el domingo en la UCI a consecuencia del accidente del Rallty de Carral.

Cientos de vecinos acompañaron a su familia en el último adiós, entre los que se encontraban la Delegada Territorial de La Xunta, Belén do Campo y el alcalde José Luis Fernández Mouriño. Los restos mortales reciben sepultura en el cementerio parroquial anexo.

Más de 300 personas han despedido este martes a Uxía Maroño, la menor de 10 años que se ha convertido en la séptima víctima mortal del accidente de Carral. Ha sido enterrada en el panteón familiar en este municipio coruñés y, como en los entierros de las otras seis víctimas, se han repetido las escenas de dolor en el funeral.

La niña falleció en la noche del domingo en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Materno Infantil Teresa Herrera, al que fue trasladada tras resultar herida en el accidente del Rally de A Coruña a su paso por el municipio de Carral.

La menor ha recibido sepultura en el panteón familiar. Antes, en la iglesia parroquial de San Esteban de Paleo ha tenido lugar el funeral, donde, como ocurrió este lunes en Cambre y Carral --de donde eran las otras seis víctimas-- se volvieron a repetir los silencios, las lágrimas y el dolor por la muerte de la niña.

Durante todo el día han sido numerosos los allegados, amigos y conocidos de la familia que se han desplazado al tanatorio de Tabeaio, donde se ha velado el cuerpo de la niña. Hasta allí ha acudido también el alcalde de Carral, José Luis Fernández Mouriño.

Esta niña es la cuarta víctima que residía en el municipio de Carral, donde este lunes fueron enterrados otro hombre de 35 años y una madre y su hija, de 37 y 14 años. En Cambre tuvo lugar el entierro de una pareja --la mujer estaba embarazada de nueve meses-- y de una joven de 20 años.