Tras una lenta agonía de puertas cerradas y pujas desiertas, el malogrado cuatro estrellas de Sada comienza un nuevo ciclo. Abanca se ha hecho con el derecho en superficie del hotel por el precio de salida, 370.000 euros, menos un importe inferior al que le adeudaba la concesionaria (400.000 euros más intereses).

La entidad bancaria, principal acreedora, ha optado finalmente por adquirir la concesión con vistas, o bien a reflotar el complejo hotelero a través de un inversor o a negociar su futuro con el Concello.

Su oferta fue la única que se dejó oír ayer en la subasta celebrada en el Juzgado de lo Mercantil número 2 de A Coruña. La lanzó en el último minuto y alivio era más que visible en los representantes de la administración concursal.

¿Qué pasará ahora? Es el interrogante que corría por las calles de Sada y las redes sociales nada más trascender la compra. El Gobierno local fue el único en enviar ayer un comunicado de prensa para celebrar la adquisición del derecho en superficie del cuatro estrellas por una cuantía muy inferior a la que pretendía desembolsar el PP, de 750.000 euros.

"Esto confirma lo que defendimos desde el principio, que había que esperar a la puja de septiembre", recalcaba ayer el alcalde, Benito Portela (Sadamaioría). El concejal de Turismo y Promoción Económica, Liss Becerra (BNG) incidía en lo mismo: "Tuvimos que aguantar carros y carretas, pero el tiempo nos ha dado la razón".

La maniobra abre un abanico de posibilidades. Abanca podría negociar directamente con una empresa inversora para reflotar el hotel o colaborar con el Concello para dar una segunda vida al complejo. La entidad se mostraba ayer cauta. A consulta de este diario, un portavoz explicó que sus representantes ya se habían reunido ayer a primera hora de la mañana con el Gobierno local de Sada para informarles de la compra y avanzó su "buena disposición" a negociar con el Concello su futuro. El Ejecutivo municipal también anticipaba ayer su deseo a colaborar con la entidad para "activar cuanto antes este importante recurso de la economía sadense".

El alcalde planteó varios escenarios. El primero, que Abanca ponga en funcionamiento el hotel. Otro, que el Concello negocie con el banco para recuperar la concesión. El Ejecutivo no descarta la compra del derecho en superficie, si la oferta es ventajosa (Abanca adquirió el derecho en superficie con una deuda del IBI de 122.000 euros. Tampoco descarta un cambio de uso y su conversión en hotel. El banco, que tiene en el Concello a su mejor a su cliente en Sada, evita pronunciarse sobre el futuro del complejo, pero insiste en su voluntad de negociar.