Cuatro de los heridos en el Rally de A Coruña continúan ingresados, dos de ellos en estado grave. Se trata de un varón de 42 años, vecino de A Barcala, que permanece en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Complexo Hospitalario Universitario, con pronóstico estable pese a la gravedad de las heridas (una costilla rota y órganos internos afectados).

El otro herido grave es su hijo, que sigue en la UCI del Materno Infantil, en situación estable, según el parte que facilitó el hospital ayer a la mañana. Según ha podido saber este diario, se trata del hijo una de las víctimas mortales del accidente. Las otras dos víctimas están ingresadas en la unidad de traumatología.

El quinto herido recibió ayer el alta. Con él son ya once las víctimas que han regresado a casa tras ser arrollados por uno de los vehículos de la competición deportiva que presenciaban desde un tramo de Carral recto y considerado seguro por la organización del evento.

Las pesquisas del Juzgado de Instrucción número 8 de A Coruña para esclarecer lo ocurrido en este tramo prosiguen mientras se suceden las condolencias por los siete fallecidos en la mayor tragedia registrada en el deporte español seguida de la que tuvo lugar en el circuito de Montjuic en 1975, y que se saldó con cinco víctimas mortales.

Seis de ellos recibieron hoy sepultura y la menor de diez años, vecina de Carral, que falleció ayer será enterrada hoy. A lo largo de toda la jornada se sucedieron los minutos de silencio a las puertas de los ayuntamientos de A Coruña y el área. Todas las administraciones públicas trasladaron sus condolencias a los familiares de las víctimas, que ayer fueron arropadas por cientos de vecinos.

El juzgado de instrucción prosigue las indagaciones sobre las causas del accidente y, de momento, no ha tomado declaraciones. Según fuentes de su entorno, el piloto, Sergio Tabeayo, Risi, padece una "fuerte conmoción", por lo que todavía no hay fecha para su testimonio. El joven fue incapaz de explicar a la Guardia Civil los motivos por los que perdió el control del vehículo. El instituto armado ha confirmado que el piloto dio negativo en las pruebas de acholo como de drogas. "Lo que quiere es desaparecer, desaparecer", relataba el pasado domingo el alcalde del Carral, José Luis Fernández Mouriño que, muy emocionado, explicó a consulta de este diario que el joven "no se acuerda de nada".

La gravedad del accidente ha motivado la asistencia a las familias por parte de los profesionales del Grupo de Intervención Psicológica en Emergencias y Catástrofes (GIPCE), que proseguían ayer con esta atención también a los heridos, tanto en los hospitales como en los domicilios donde fueron requeridos. Los efectivos de emergencias que participaron en el rescate se han unido a esta ayuda, como también lo han hecho los psicólogos de la Cruz Roja.

Familiares de las víctimas han pedido que "no se busquen culpables". Al menos eso fue lo que trasladó ayer el alcalde de Cambre, Óscar García Patiño, "Un hermano de los fallecidos me ha dicho que no se busquen culpables, ha sido un accidente, no ha sido un atropello en una carretera ni culpa del piloto", sostuvo ayer el regidor, que también trasladó el mensaje de uno del padre de uno de los fallecidos de que "no se cometió ninguna imprudencia". "Me pide que diga que estaban bien situados". Testigos del accidente afirman también que fueron situaron en esa zona dado que todo apuntaba a que, en caso de salida de vía, el vehículo impactaría enfrente. La Dirección General de Tráfico afirma que se había comprobado la seguridad.