Pronto se cumplirán cien días de la investidura, con el voto a favor del PP, del solitario alcalde de Miño, Ricardo Sánchez Oroza. El regidor y único edil del Gobierno local se acomoda poco a poco al sillón de Alcaldía, ajeno a las negociaciones de PP y PSOE para desbancarle a través de una moción de censura.negociaciones de PP y PSOEmoción de censura

Socialistas y populares iniciaron hace ya casi un mes los contactos para sellar un acuerdo que les permita arrebatar el bastón de mando al independiente, que porfía en gobernar solo este pequeño concello de 5.000 habitantes ahogado por la deuda de la ya liquidada Fadesa.

La dirección provincial de PP y PSOE coinciden en tachar de "anormal" la situación y han dado luz verde al también más que anómalo pacto de populares y socialistas, pero las negociaciones se han atascado a nivel local.

La primera tenencia de Alcaldía se erige como el principal escollo para que prospere la moción de censura. Los populares, que propiciaron la situación al dar su apoyo al por entonces candidato de CxG para evitar que gobernase el PSOE (lista más votada), han accedido a que los socialistas ostenten el bastón de mando, pero reivindican el puesto de primer teniente de alcalde.

El exalcalde, Jesús Veiga, insiste en que las elecciones arrojaron un empate en número de concejales, "6 y 6" y que "lo lógico en un gobierno de dos" es que el PP ocupe la primera tenencia, aunque no aclara si es una exigencia irrenunciable. "Hay que tener alturas de miras y dejar a un lado de siglas, lo importante son los vecinos", argumenta.

El PSOE, que ganó las elecciones por primera vez desde la República no se plantea esta posibilidad. Los socialistas recuerdan que fue el PP el que propició la situación al investir al alcalde y único edil del Gobierno y consideran que ya han hecho una oferta generosa. Los socialistas argumentan que el pueblo eligió por amplia mayoría un gobierno de izquierdas y consideran que ya han cedido bastante al pasar de reclamar que les permitiesen gobernar en solitario a consentir que el PP entre a formar parte de la junta de gobierno.

La situación se enquista y el PP no se cierra tampoco a negociar con el alcalde. "Yo no me niego a hablar con nadie para desbloquear esto, pero no soy yo quien tiene que dar el paso", dejó claro ayer Jesús Veiga.

La dirección provincial de PP y PSOE tiene previsto mantener un encuentro en los próximos días para intentar desbloquear la situación. Todos coinciden en que urge enmendar la situación.