El documento previo a la aprobación provisional del plan general de Sada amplía la protección de parte de las viviendas del barrio marinero de Fontán. El planeamiento aprobado inicialmente otorgaba la protección mínima (ambiental) a la mayor parte de las casas ubicadas en este emblemático y pintoresco conjunto arquitectónico.

El PGOM, pendiente ahora de aprobación provisional, amplía el grado de preservación de las fachadas a estructural, un nivel de protección intermedio, reservado a los "bienes más significativos" y en los que solo se permitirán obras de reconstrucción si se respeta el frente.

La baja protección otorgada a uno de los conjuntos más singulares de Sada, y el que mejor conserva la esencia marinera de la villa, llevó a colectivos culturales como la Asociación Irmáns Suárez Picallo a presentar alegaciones para exigir una mayor protección. BNG y Anova presentaron solicitudes en el mismo sentido.

El futuro urbanístico del barrio marinero de Fontán sigue rodeado de incógnitas. El plan general pendiente de aprobación provisional pospone a la elaboración de un plan de protección la ordenación del conjunto.

El documento urbanístico recoge que la zona de Fontán y Pazos es un "área de expansión o crecimiento urbano natural", pese a que el aprobado inicialmente establecía como rústico de protección agropecuaria y paisajística el entorno de ambas localidades. El PGOM convierte ahora esta bolsa de suelo en Fontán, Pazos y Filgueiras en un área de reparto de suelo urbanizable delimitado y otro urbano no consolidado, con la previsión de construir 253 chalés y pisos.

El Concello revisa aún el plan general. El Gobierno local (Sadamaioría, PSOE y BNG) ha creado una comisión especial para debatir los posibles cambios a introducir en el planeamiento.