Repsol ha remitido a la Xunta para su evaluación ambiental el proyecto de construcción del poliducto y las instalaciones auxiliares para la descarga de crudo en el puerto exterior. Este proyecto es fruto del acuerdo suscrito el 14 de febrero de 2013 entre Repsol y la Autoridad Portuaria para el traslado a Langosteira de los tráficos de petróleo crudo, azufre y coque. La Consellería de Medio Ambiente deberá ahora estudiar el proyecto y decidir si es preciso o no someterlo al trámite de evaluación ambiental.

El plan ha sido redactado por Tecnoambiente SL y recoge la construcción de las instalaciones que conecten el nuevo puesto de atraque para la descarga de crudo y las de bombeo y de las tuberías para la conexión entre el nuevo terminal marítimo y la refinería. Entre otras actuaciones, el proyecto recoge el equipamiento del pantalán para la descarga de crudo y aprovisionamiento de buque; la conducción de dos tuberías de crudo (una de slops y otra de agua) que conecten la zona de bombas con el pantalán de descarga; la adaptación de la zona de bombas y la ejecución del arranque del poliducto que conectará con la refinería.

El poliducto dispondrá de once tuberías y una de reserva para el transporte inicial de crudo y, en el futuro, de diversos productos petrolíferos entre el complejo industrial y la nueva terminal marítima de Repsol en el puerto exterior de punta Langosteira.

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El poliducto propuesto tendrá una ocupación de 67.200 metros cuadrados y una longitud de cuatro kilómetros (tres de ellos discurrirán por Arteixo). Repsol ha descartado finalmente la alternativa que incluía la Declaración de Impacto Ambiental del puerto exterior por los reparos manifestados por el Ministerio de Fomento por los cruces con el vial de acceso al puerto. La empresa también ha descartado el trazado paralelo a la costa que propuso para su consideración durante la elaboración del plan general de A Coruña.

La empresa se ha decantado finalmente por una alternativa de trazado más próxima a la costa que la que se recogía en la Declaración de Impacto Ambiental del puerto exterior (aunque sin invadir la servidumbre de dominio público marítimo terrestre). El poliducto que propone discurrirá en paralelo con el nuevo vial de acceso al puerto y la carretera de Bens.

El poliducto partirá de la zona de trampas de lanzamiento o recepción en la terminal de bombeo del puerto y concluirá en una parcela propiedad de Repsol fuera de los límites actuales de la Refinería. Desde la zona de trampas en la dársena, el poliducto salvará un talud de 45 metros para después soterrarse hasta prácticamente el final del trazado.

La canalización será soterrada en gran parte de su recorrido, discurrirá al este de Suevos, cruzará la carretera CP-0503 en el entorno del campo de fútbol ubicado frente a la fábrica de harinas (en el puerto de Suevos) para después alejarse de la costa hasta su llegada a la refinería, dejando la planta de residuos a su derecha y a la población de Nostián a su izquierda.

Durante la fase de construcción se procederá a la ocupación de una franja con una sección tipo de 37 metros de ancho que se mantendrá en la mayor parte del trazado. La ocupación definitiva prevista hará precisa la expropiación de una franja de 16 metros (los 12 centrales ocupados por tuberías enterradas, cables de alta tensión de alimentación eléctrica y cables de fibra óptica para comunicación y control y dos metros a cada lado del eje de las tuberías o cables más exteriores para la inspección o mantenimiento de la instalación).

Repsol defiende en el proyecto a evaluación ambiental que se trata de la alternativa con menor impacto paisajístico, que "no presenta restricciones legales significativas" y que ya se ha verificado su compatibilidad con la normativa urbanística de A Coruña y Arteixo.

La empresa defiende que el trazado seleccionado presenta menos riesgos ambientales que las otras dos planteadas. La compañía apela al riesgo que suponía el cruce con la carretera de acceso al puerto exterior y defiende que el hecho de que la opción elegida incluya un cruce con la vía CP-0503 tendrá un riesgo "menor, ya que se trata de una carretera más pequeña".

Repsol justifica también su selección apelando a la necesidad de reducir los riesgos de un vertido al mar. La empresa argumenta que la opción planteada inicialmente durante la elaboración del plan general de A Coruña discurría demasiado cerca de la costa, invadiendo la zona de dominio público marítimo terrestre, con el consiguiente riesgo ecológico en caso de derrame.

El plan a evaluación ambiental no recoge plazos de ejecución. Según lo anunciado en 2013 durante la presentación del convenio, Repsol tendría 54 meses para poner en marcha las nuevas instalaciones, que deberían estar operativas antes de abril de 2018. A partir de esa fecha dispondría de un año para cesar con su actividad con crudo, coque y azufre en el puerto interior.