El proyecto para la evaluación ambiental del poliducto que conducirá crudo a Langosteira resta importancia al impacto en el medio ambiente y en la población cercana que tendrán la canalización y los trabajos para su construcción. El texto detalla que el Puerto de Suevos será el núcleo de población que soportará mayores efectos debido a su proximidad. El análisis prevé también posible impacto sobre la avifauna de la zona, el terreno y la vegetación, aunque sostiene que los efectos serán "reversibles" y las molestias finalizarán con el término de las obras. El proyecto implicará expropiar terrenos, a los que el estudio resta valor por predominar los destinados a usos ganaderos, de cultivo o de matorral. Ve escasa la probabilidad de vertidos al agua. El informe defiende, por tanto, que no resulta necesario un estudio ambiental.

El mayor impacto previsto por el estudio afecta al núcleo de Suevos ya que las viviendas más cercanas se encuentran a 20 metros del arranque del poliducto. El análisis prevé un nivel de ruido y vibraciones "significativo" en la población por tratarse de "un núcleo pequeño alejado de grandes aglomeraciones urbanas y de vías de transporte (salvo el nuevo acceso al puerto)". Detalla que el ruido de la maquinaria se situará "claramente por encima del valor diurno marcado por la norma". Sostiene el estudio que "en todo caso se trata de un tramo corto" y que "la duración de las actividades que más ruido provoquen será escasa", de modo que califica de "moderado" el efecto de los trabajos en la población.

La superficie que abarcará el poliducto superará los límites portuarios, por lo que será necesario expropiar, apunta el texto, que considera que el terreno afectado "no presenta un valor elevado, dado que se encuentra mayormente ocupado por cultivos, ganadería y matorral". Concluye que el efecto a nivel patrimonial "se considera negativo pero de carácter leve".

En cuanto el impacto sobre la fauna de la zona, el estudio admite la "potencial destrucción de nidos y madrigueras" y el "estrés provocado sobre el ecosistema durante la realización de las obras". Destaca la presencia de colonias de cormorán moñudo y gaviota patiamarilla como especies que "dotan de singularidad e importancia a la unidad ecológica" aunque defiende que "una vez finalizadas las obras, la posible fauna y avifauna de la zona estará totalmente habituada a niveles de ruido y molestias elevados".

Argumenta, además, que "las molestias debidas a las obras tienen un carácter limitado tanto en tiempo como en espacio, por lo que se considera que, en general, el efecto tiene un carácter poco significativo" sobre los animales.

El análisis defiende que resulta mínima la probabilidad de que se produzcan vertidos. Admite la posibilidad de que se registren cortes de agua como consecuencia de las obras y apela a las medidas preventivas pertinentes para tratar de evitar problemas vinculados a fugas o pérdidas de crudo. Sostiene que un hipotético daño al Rego de Suevos o al Rego Cotina, que discurren por la zona, resultaría "totalmente reversible una vez que finalicen las obras".

La apertura de la zanja para el trazado del poliducto provocará "el efecto directo de arrancamiento y desbroce de vegetación a lo largo de una línea de unos 4 kilómetros de ancho variable pero siempre superior a los 15 metros". El estudio defiende que "esta herida en el terreno es poco significativa" por el escaso valor ecológico y porque prevé que "gran parte de la vegetación recolonizará la zona".