El Gobierno local (PP) aprobó ayer inicialmente y en solitario la modificación puntual de usos de las parcelas de Swcheppes y de Muebles Gundín. El debate se centró en la recalificación del solar de la antigua fábrica de refrescos, que allanará el camino a la construcción del workcenter que proyecta Starcoproperty, la sociedad de la que es accionista mayoritario Manuel Jove y en la que participan José Collazo y Modesto Rodríguez.

BNG y TeGa, apoyaron la petición del PSOE de dejar sobre la mesa la aprobación inicial de ambas recalificaciones y crear una comisión que evalúe, caso por caso, los usos que se permitirán en el parque empresarial. Los grupos justificaron su petición en el impacto que podría tener en el comercio y la hostelería local este complejo con hotel, oficinas, restaurantes, posibles tiendas y una amplia zona de aparcamientos.

Socialistas y nacionalistas fueron especialmente críticos con la recalificación y llegaron a acusar al Ejecutivo municipales de promover un "pelotazo" de los propietarios del solar que, en su opinión, han recibido un "trato preferente" por parte del Concello.

El Ejecutivo municipal rechazó la petición, al entender que los grupos no aportaban "argumentos de peso" para dejar sobre la mesa el asunto y que los temores sobre el posible impacto negativo del complejo en el comercio y hostelería de Arteixo eran infundados.

El Ejecutivo recalcó que el plan, que se someterá ahora a exposición pública, veta la instalación de una "gran superficie comercial" y aunque no descartó que el complejo incluya algunas tiendas se mostró convencido de que su implantación no afectará ni al comercio ni a hostelería local. "La gente va a seguir comiendo donde come ahora, porque está a gusto", argumento el edil de Urbanismo, Alberto Castro.

El Gobierno local destacó los "beneficios" que el cambio de uso aportará al Concello, concretamente la cesión de un edificio de 600 metros cuadrados para instalar un vivero de empresas y la mejora del tráfico en el polígono con la construcción de dos nuevas glorietas. Alberto Castro respondió a las críticas de "especulación" apelando a la necesidad de facilitar las inversiones en el polígono en horas bajas debido al cierre de varias industrias en los últimos años. "A ver quién le pone el cascabel al gato y me trae un empresario que invierta en Arteixo", desafió el concejal.

No todos los grupos de la oposición se opusieron al cambio de usos del solar de la antigua fábrica de refrescos con la misma intensidad. TeGa optó por abstenerse y se limitó a manifestar sus "dudas" sobre la posible repercusión negativa del complejo que proyecta Starcoproperty en el comercio local y también a poner en cuestión las estimaciones de nuevos empleos (más de mil) que maneja el Gobierno local.

Los tres grupos de la oposición incidieron en la necesidad de especificar con mayor claridad los usos permitidos en la parcela ya que, incidieron, aunque el proyecto veta las "grandes áreas comerciales", si abre la puerta a que se instalen comercios . "Nada impide que se puedan asentar tiendas", recalcó Silvia Seixas. Los socialistas, por su parte, manifestaron su temor a que la construcción de este tipo de complejos "conviertan Arteixo en un pueblo dormitorio".

El alcalde, Carlos Calvelo, puso punto y final al debate apelando a la necesidad de aprovechar la "oportunidad" que se presenta. En la misma línea que el edil de Urbanismo, el regidor se mostró convencido en que el workcenter tendrá un impacto económico positivo y le echó en cara al PSOE que critique esta recalificación por su posible repercusión en los negocios locales después de aprobar durante su mandato un cambio de usos para permitir la apertura de un hipermercado en una parcela del polígono de Sabón prácticamente en el centro del núcleo urbano.