El aviso de Arteixo de que pretende renunciar a la mancomunidad para gestionar sus basuras ha reabierto en la comarca el debate sobre el tratamiento de los residuos. La revisión de contratos y condiciones llega tras años de quejas por el insuficiente volumen de basura que recicla Nostián y la polémica por la subida del recibo de Sogama, que quema la mayor parte de los restos y ha contratado una ampliación de su incineradora. El alcalde de Arteixo, Carlos Calvelo, asegura que pretende abaratar costes y "municipalizar", aunque los concellos que señala como referentes, Carballo y A Laracha, subcontratan el servicio y asumen con fondos municipales una parte del coste, además de la que cobran en forma de recibo los vecinos, como ocurre en A Coruña.

Sacudido por la inesperada idea de Calvelo, el Consorcio acordó, entre otras medidas, exigir a A Coruña que decida antes del 1 de enero qué medidas tomará de cara al futuro en Nostián y buscar abaratar la recogida, aunque insiste en que el servicio no cuesta más en la comarca. El presidente del Consorcio, José Antonio Santiso, explica que el ente comarcal cobra 126 euros por el recibo de la basura y financia con este importe el servicio y señala que otros ayuntamientos plasman en los recibos menos coste del real y pagan una parte de modo directo a la empresa, lo que también procede de las arcas municipales, aunque no conste en la factura. A Coruña, por ejemplo, cobra 90 euros a cada vecino y paga, además, cerca de un 50% más -unos sesenta euros- por cada uno para cubrir el coste real del servicio.

El alcalde arteixán sostiene que puede conseguir un ahorro en la gestión de las basuras igual que, asegura, logró con el servicio de aguas -subcontratado a una empresa-. Calvelo expuso ayer a los grupos municipales de Arteixo su intención de decidir sobre la gestión de residuos desde el Ayuntamiento, pero llegó sin un plan detallado ni datos o informes que avalen su previsión de ahorro y su golpe sobre la mesa comarcal.

La basura fue el primer argumento esgrimido por Calvelo para justificar su plan de quedarse fuera de la mancomunidad, con el que se mostró tajante al inicio del pleno de los alcaldes del área. El regidor relajó su postura tras acordarse incluir en los estatutos del nuevo ente una cláusula que regule la penalización por abandonar las filas. Al día siguiente, el regidor, bastión del PP en la comarca, con una amplia mayoría absoluta en el segundo concello más poblado del área, con más de 30.000 habitantes, amplió sus críticas: juzgó escasas las competencias que tendrá la mancomunidad y reclamó un listado de servicios que cada concello pueda elegir compartir, bajo amenaza de irse si no se "reformula" el ente. Ayer, Calvelo adujo, ante los grupos municipales, un nuevo motivo: consideró que Arteixo tiene "poco peso" en el Consorcio, según miembros de la Corporación, lo que amplía el argumentario para un probable "no" a la comarca.