El curso escolar comenzó el pasado mes de septiembre con más de cien niños sin servicio de transporte escolar para el colegio de A Rabadeira mientras sus padres comprobaban con asombro que muchos buses iban casi vacíos o que en una parada donde tenían que subir una treintena, solo lo hacían la mitad. Tras acudir a la dirección del centro, llamar a la puerta de la Xunta y a la Alta Inspección de Educación, lograron ayer una de sus demandas: que se haga un recuento dentro del bus de cuántos niños lo usan y cuántos faltan. Es el primer paso que reclamaban para que quedase constancia oficial de estas faltas que denunciaban.

Los padres habían acudido a la dirección del centro para que se hiciesen estos recuentos porque según el manual básico del acompañante en el transporte escolar publicado por la Xunta, es tarea de los acompañantes "comprobar si falta algún niño y comunicarlo al centro escolar" y si se producen incidencias "hacer un parte de comunicación al centro". La Consellería de Educación también confirmó ayer que es competencia del centro escolar vigilar si hay alumnos que, teniendo derecho a bus escolar, no lo usan, lo que no se ha hecho en todo este tiempo hasta ayer.

Los padres reclamaban este recuento porque, según la legislación, si un alumno no usa el transporte escolar durante más de dos meses de forma continua, pierde el derecho a tenerlo y entraría otro beneficiario en lista de espera. Los progenitores exigían este listado de asistencias y faltas para comprobar si sus hijos en lista de espera podrían entrar por fin en el transporte escolar

Educación también recordó que los niños que están en un centro escolar que no les corresponde por zona de influencia (caso de muchos que siguen en A Rabadeira y que les tocaría el centro de Nós abierto este año) no tienen derecho a transporte escolar salvo contar con autorizaciones especiales.