El Concello de Vilasantar ha aprobado un nuevo plan económico financiero para intentar revertir los "graves problemas de liquidez" y los "desequilibrios presupuestario" que intentó subsanar con un plan anterior en 2014. El Gobierno local reconoce en un informe que la situación contable del Consistorio "empeora aparentemente de forma muy grave, especialmente en materia de estabilidad presupuestaria".

La situación de este municipio de 1.362 habitantes y un presupuesto aproximado de 1,6 millones ilustra las dificultades a las que se enfrentan los pequeños concellos del rural, que dedican gran parte de sus ingresos al pago de nóminas y gasto corriente y que han visto incrementada su dependencia de otras administraciones hasta el punto de no poder financiar inversiones con fondos propios.

El informe que el alcalde, Fernando Pérez (PP), elevó a pleno recoge que Vilasantar cerró el año 2014 con un déficit de tesorería de 324.000 euros. El saldo no financiero arroja un déficit de 293.848 euros, aunque el Concello matiza que la cifra "real" sería 40.995 euros por la existencia de ingresos pendientes.

El Gobierno local espera revertir la situación con una serie de medidas adoptadas en 2014 y que todavía no han tenido repercusión en las arcas municipales. El Ejecutivo hace alusión en su informe al presumible ahorro de 17.065 euros en recogida y tratamiento de basura y de 14.000 euros en alumbrado.

El Concello también prevé apretarse más en cinturón y ahorrar casi 10.000 euros en obras, después de que el plan económico anterior supeditase las inversiones a aquellas que tuviesen asegurada su financiación al 100%.

El plan económico financiero, que fue aprobado con el voto en contra del BNG, pone de manifiesto "los peligros de la dependencia tan fuerte del Concello a las subvenciones finalistas" e incide en que más allá de las medidas concretas que garanticen la estabilidad presupuestaria, es preciso tomar otras medidas para lograr que el Ayuntamientos sea realmente sostenible.

En concreto, el Concello reconoce en su informe la necesidad de llevar a cabo "una política más austera en el gasto corriente" y "revisar la política fiscal para alcanzar una prestación más sostenible de los servicios".

El BNG votó en contra del plan que, en su opinión, "no es más que un engaño que solo sirve para cubrir el expediente al PP". Su portavoz, Manuela García, le echa en cara al Gobierno local la ineficacia del primer plan económico "a pesar de la subida de impuestos y tasas a la población". Los nacionalistas denuncian que la situación, en lugar de mejorar, ha empeorado.

El Bloque critica la inclusión de previsiones de ahorro sin base y lamenta que el Concello se vea obligado a renunciar un año más a inversiones con fondos propios. Los nacionalistas instan a "reducir gastos innecesarios y superfluos" y "dejar de subir la presión fiscal sobre los vecinos".