Desde un máximo de 960.338 euros en Canide hasta un mínimo de 93.931 en Punxeiro (Mera), así sacó a concurso el Ayuntamiento de Oleiros en 2012 un total de quince solares municipales, en un momento en el que la crisis económica apretaba y hacía falta efectivo en las arcas municipales. Si las hubiese vendido entonces, a la primera, habría ingresado unos 2,8 millones de euros. Sin embargo, en estos cuatro años solo logró colocar dos terrenos, uno en Canide y otro en Perillo.

El concurso realizado hace cuatro años para vender estas parcelas quedó desierto y desde entonces está abierta una adjudicación directa. En ese mismo año 2012 el Ejecutivo logró vender una finca en la rúa Sabra de Canide, al borde del mar, donde hoy ya está terminada una vivienda unifamiliar.

Ese terreno de 544,29 metros cuadrados fue valorado por el Ayuntamiento de Oleiros en 157.028 euros, sin incluir el IVA.

La segunda venta tuvo lugar el año pasado: una parcela de 527,75 metros cuadrados que se había puesto a la venta por 176.502 euros, IVA incluido.

Al Ayuntamiento oleirense aún le quedan por vender otras seis parcelas también de 544 metros cuadrados en Canide, anexas, por precios entre 157.028 y 172.730 euros; una finca en Punxeiro (Mera) de 488,32 metros por 93.931 euros; otra en la calle Espoz y Mina en Iñás de 537,50 metros por 100.072 euros; tres terrenos contiguos en la urbanización A Pezoca de unos 300 metros cuadrados de media cada uno que se anunciaron a precios de entre 112.905 y 120.202 euros; y un solar de 992,50 metros cuadrados en Corralón, junto a la urbanización A Pezoca, que salió a la venta por 480.809 euros y que son aptas para construir cinco viviendas unifamiliares.

Falta otra parcela más, la de mayor tamaño, 2.358 metros cuadrados, situada también en Canide, detrás del colegio Luis Seoane. En este caso salió a la venta por 960.338 euros, algo más de un millón contando el IVA. En este caso el terreno es susceptible de compra por parte de una promotora inmobiliaria ya que permite la construcción de hasta ocho viviendas unifamiliares adosadas, con 2.000 metros cuadrados de edificabilidad. Pero las constructoras tampoco están pasando su mejor momento.