La Xunta advierte del "importante riesgo" de mortalidad de aves si se construye la línea de alta tensión por colisión promovida por Eólicos Breogán, que iría desde Monteagudo hasta el polígono industrial de Morás. Este es una de los efectos ambientales que detecta en el informe ambiental estratégico, en el que acuerda que el proyecto debe ser sometido a evaluación ambiental. El Gobierno gallego destaca que el tendido iría por una zona muy utilizada por las aves por haber distintos humedales. "Especialmente sensible es el caso del escribano palustre al contar con dos áreas de presencia muy próximas (Marisma de Baldaio y el Humedal de Barrañán)", alerta. Esta especie está incluida en el Catálogo de Especies Amenazadas.

Otra de las advertencias del informe de la Xunta es que durante la ejecución de la infraestructura puede ponerse en riesgo ecosistemas incluidos en el Atlas de los hábitats españoles o especies del Catálogo de Especies Amenazadas. Por este motivo el Ejecutivo gallego recalca la necesidad de realizar un estudio más pormenorizado.

El Concello anunció en agosto que rechazaba el trazado de la línea de alta tensión y que presentaría alegaciones. En ellas explica que no está justificada "la necesidad de abastecer al Concello con la energía del parque de Monteagudo" y "mucho menos por el trazado propuesto". También presentó alegaciones el BNG por su "impacto" en el municipio. Una particular reclama a la Xunta un informe en el que se justifique la necesidad de esta nueva línea eléctrica.

El informe elaborado por la Consellería de Medio Ambiente recoge las observaciones formuladas por el Servizo de Planificación da Paisaxe, que asegura que el análisis del proyecto sobre los efectos de la línea son "muy genéricos" y "básicos". Y advierte de que la construcción de este tipo de infraestructuras implica habilitar calles de protección sin árboles. A menos de seis kilómetros del trazado existe un importante número de humedales como Marisma de Baldaio, Casadelas, Gándara, Rego de Quenxe, Barrañán, Sabón, Trasdunas de Alba y el embalse de Rexidoiro.

La línea medirá 15,5 kilómetros, de los que menos de 1,1 irán enterrados, y estará tendida sobre 47 torretas. Esta obra tiene como finalidad evacuar la energía eléctrica que generará el parque eólico de 19 megavatios que la empresa pretende crear.