La guerra de los lindes entre Arteixo y A Coruña también afecta a la propia travesía de Meicende. La Xunta y el Concello están envueltos en un nuevo problema administrativo sobre la titularidad de 160 metros de la calle principal que vertebra este núcleo arteixán. El Concello asegura que este tramo es de su competencia y el decreto de la Xunta sobre la cesión lo contradice.

La Xunta aprobó en abril la cesión de esta carretera al Concello desde el límite de A Coruña con Arteixo hasta la rotonda de Sabón. Así lo anunció en marzo antes de dar el visto bueno en un Consello de la Xunta que se celebró en abril. ¿Pero dónde está el límite entre los dos municipios? El Ejecutivo gallego lo situó en el número 207 de la travesía de Meicende, junto a un descampado cercano a la calle Ferrol, según publicó en el Diario Oficial de Galicia (DOG).

El Ayuntamiento de Arteixo niega esta versión y asegura que tiene todas las competencias sobre la vía hasta la rotonda de entrada a Meicende. El Gobierno local explica que se encarga de cualquier acto administrativo que afecte al tramo de la travesía de Meicende que va desde la glorieta hasta el número 207. Eso incluye el mantenimiento de la carretera, cualquier obra o cambio que realice el Ayuntamiento. El Ejecutivo local también señala que otorga las licencias de negocios y viviendas en todo este tramo que vive desde hace muchos años en un limbo legal entre A Coruña y Arteixo.

El Ayuntamiento pasó a ser titular y, por tanto, a asumir el mantenimiento de esta vía desde junio de este año (dos meses después de la publicación del decreto de la Xunta). El trayecto que explota ahora el Ayuntamiento atraviesa los núcleos de Meicende, Pastoriza, Sol y Mar y Oseiro. El Gobierno local apeló a la necesidad de acometer de forma más ágil las actuaciones que precisa la carretera, ya sea de señalización o reparación, para solicitar la cesión de este vial a la Xunta. Y también al carácter urbano que ha adquirido esta carretera a lo largo de estos años. La solicitud de cesión de este vial por el que circulan sobre 10.500 vehículos diariamente, según los últimos datos del Gobierno gallego, suscitó las críticas de la oposición. PSOE, BNG y TeGa, votaron en contra y le echaron en cara al Gobierno local que presentase la solicitud sin elaborar antes un estudio de los costes que le acarreará al Ayuntamiento asumir la titularidad del tramo. Los grupos de la oposición también le recordaron que se trata de un tramo con un tráfico muy elevado con el consiguiente coste de mantenimiento.

Son apenas 160 metros que ilustran la frontera móvil que hay desde hace años en Meicende sin que los dos ayuntamientos hayan plasmado de forma oficial un nuevo límite. El plan general de A Coruña marca la frontera a la altura de la calle Ferrol y por su parte Arteixo lo hace por la avenida de Nostián, pegado al cierre de la instalaciones de la Refinería de A Coruña.

La ausencia de una frontera clara entre A Coruña y Arteixo propició una protesta vecinal en 2009. El ahora alcalde, Carlos Calvelo, echó mano de un spray y junto a varios integrantes de la asociación de vecinos San Xosé Obreiro, marcó una frontera en el asfalto y en la acera para exigir agilidad ante "un problema grave" al que no se daba solución por parte de los concellos.