Las obras para construir el centro de interpretación que albergará los restos del Castro de Cociñadoiro empezarán en 2017 y no estarán listas por lo menos hasta 2018. Esa es la previsión recogida en el Plan de Empresa 2016 de la Autoridad Portuaria, que será la encargada de realizar los trabajos. Esta es la nueva fecha para el centro que ha experimentado varios vaivenes desde que surgiese el proyecto original. El Puerto inicialmente planteó que el centro estuviese situado entre Punta de Muros y el núcleo del Puerto de Suevos, lo cual rechazaron los vecinos porque no les daría ningún servicio. El Ayuntamiento de Arteixo y la Autoridad Portuaria acordaron finalmente que el centro se ubique en el parque forestal de Monticaño. La fecha de apertura también ha variado con el paso del tiempo. El primer plazo que ofreció el organismo portuario para abrirlo fue 2012.

El centro de interpretación nació con el objetivo de dar cobijo a los restos de la antigua fortaleza prehistórica que se ubicaba en el Cabo de Cociñadoiro y que las obras del puerto se engulleron. Este asentamiento se desmanteló durante el inicio de los trabajos en Langosteira y todavía permanecen a la espera de que esté listo el nuevo centro que construirá el Puerto, que prevé invertir 2,1 millones de euros en el Plan de Empresa 2016. El Puerto mantiene guardados los hallazgos desde que destruyese este singular castro tras recoger las restos.

La Autoridad Portuaria también recoge en su plan empresarial que el proyecto final para construir el centro de Monticaño no estará listo hasta 2016. Hasta este año ha invertido 35.000 euros. En 2015 acabará con un gasto en la redacción de este proyecto de 84.000 euros. Y en 2016 ya 100.000 euros.

Otro de los trámites que ha iniciado el Puerto con la Xunta es la modificación de las normas subsidiarias del planeamiento de Arteixo para la zona de Monticaño con el fin de reclasificarlo como suelo rústico y permitir la ampliación de la zona como espacio de ocio, construir el centro de interpretación de Cabo Cociñadoiro y convertir el vertedero de basura anexo (clausurado hace años) en un gran parque.