Solo dos de los 17 concellos incluidos en la Reserva de la Biosfera disponen de una ordenanza específica de protección del medio ambiente. Los ayuntamientos de Cambre y Culleredo son los únicos que cuentan con una normativa que regula el régimen de sanciones por daños en el patrimonio natural. Otros como Oleiros disponen de ordenanzas para la protección de los arenales y cuentan con disposiciones especiales para las zonas protegidas, como el monumento natural de Dexo.

La Ley de Bases de Régimen Local establece que solo los concellos de más de 50.000 habitantes tienen competencias en materia de protección del medio ambiente, pero abre las puertas a delegar en los concellos de menor población la aprobación de normativas complementarias o la realización de actividades para velar por la preservación del entorno natural.

Solo Cambre o Culleredo, ambos de menos de 50.000 habitantes, han hecho uso de esta potestad normativa para establecer mecanismos de prevención, vigilancia y corrección que eviten actuaciones dañinas o permitan restablecer las condiciones ambientales.

Otros concellos del área de similar población que Cambre o Culleredo carecen de ordenanzas específicas. Es el caso de Arteixo que, pese a contar de una concejalía de Medio Ambiente y una elevada actividad industrial, carece de normativa y alega que su margen de maniobra en este campo es escaso dado que las competencias son de la Xunta.

Arteixo, al igual que la mayor parte de los concellos de la reserva, sí dispone de ordenanzas para regular talas o plantaciones. Otros ayuntamientos como Carral o Sada si establecen normativas para poner coto a los ruidos y la contaminación acústica.

La necesidad de establecer un control ambiental en los concellos incluidos en la Reserva de la Biosfera les ha llevado a crear un órgano del que forman parte también entidades ecologistas. Uno de sus retos a corto plazo es frenar el avance de las especies exóticas invasoras, que han colonizado buena parte del territorio y que constituyen una de las principales amenazas para la biodiversidad.