La comisión de cultura del Parlamento acogió esta semana un debate sobre el futuro del antiguo sanatorio de O Paraxón, en Oza-Cesuras, que derivó en un nuevo cruce de reproches entre PSOE y PP a cuenta de los compromisos incumplidos de la fusión.

Los socialistas propiciaron el debate al preguntar por los motivos que habían llevado al Consorcio de Benestar a renunciar a su compromiso de rehabilitar el edificio modernista diseñado por González Villar para convertirlo en centro de día residencia. El PSOE echó en cara a los populares que abandonasen este proyecto y, al tiempo, tramitasen desde la Consellería de Territorio la autorización para levantar una residencia privada en Porzomillos.

El Gobierno gallego replicó al PSOE que nunca había prometido reconvertir el antiguo sanatorio en una residencia, pese a que el plan de viabilidad de la fusión sí incluía esta obra -planos incluidos- y pese a que la por entonces conselleira de Benestar, Beatriz Mato, aseguraba en 2012, en pleno proceso de fusión, que ya estaban en marcha los trámites para rehabilitar el antiguo sanatorio de O Paraxón como geriátrico.

El gerente del Consorcio Galego de Benestar, Perfecto Rodríguez, argumentó que el plan de viabilidad solo plasmaba las aspiraciones del Concello, no los compromisos autonómicos y negó que la construcción de una residencia privada tenga por qué influir en el desarrollo en un futuro del proyecto. Su afirmación choca con las observaciones recogidas en el informe de la Secretaría Xeral de Avaliación Ambiental, que a la hora de pronunciarse sobre la viabilidad de la residencia privada que Lucus Residencial promueve en Porzomillos, solicitó información adicional para cerciorarse de que no estaba previsto un equipamiento público en O Paraxón.

El gerente del Consorcio de Benestar aseguró que la Xunta cumplirá "paulatinamente" los compromisos adquiridos con el concello "pionero" y, para demostrarlo, apeló al desembolso de 400.000 euros para construir una escuela infantil.

Aunque el Gobierno gallego incluye este proyecto entre la relación de obras vinculadas a la fusión, lo cierto es que este equipamiento educativo había sido gestado en 2011 y comprometido antes de que el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, anunciase la alianza de Oza y Cesuras en marzo de 2012.

Perfecto Rodríguez obvió estos antecedentes y se limitó a recalcar que el contrato para su construcción había sido suscrito en 2014 y que las obras estaban en marcha (su apertura estaba prevista inicialmente para el curso 2014).

El responsable autonómico responsabilizó a la Diputación de la situación actual del edificio del antiguo sanatorio, un bien cuyo valor patrimonial han reivindicado los políticos de todas las siglas y que se encuentra en total estado de ruina.

El responsable del Consorcio Galego de Benestar acusó a los socialistas de revocar el acuerdo suscrito por el anterior Gobierno provincial con el Concello de Oza-Cesuras para destinar 200.000 euros a la primera fase de rehabilitación. El proyecto formaría parte supuestamente de las ayudas nominativas que el actual Ejecutivo provincial se ha propuesto recortar para favorecer los concursos públicos.

Su elaboración estuvo precedida de una obra para "poner en valor" el parque de O Paraxón que levantó ampollas tras desvelarse la existencia de un sobrecoste en la tala de árboles ejecutada en este emblemático paraje, que sigue en estado de abandono. El Concello abrió una investigación y encargó tres informes periciales que concluyeron que se habían inflado los precios. Hace ya casi un año de que trascendieron las conclusiones, pero el Ejecutivo no ha tomado medidas.