Un burro revolucionó ayer el entorno de la comisaría de Policía Local en O Burgo. El pollino había sido recogido cuando caminaba solo, de madrugada, por la carretera Nacional-550, a la altura de A Corveira. Los agentes municipales lo llevaron hasta el campito que rodea la comisaría y, al amanecer, el animal se convirtió en protagonista de miradas, comentarios y hasta selfies de vecinos y, sobre todo, alumnos que se dirigían a colegios cercanos.

El camino a clase de los escolares del colegio Ría do Burgo fue ayer menos monótono que de costumbre. Los estudiantes, sorprendidos por la presencia del pollino a la entrada de las dependencias de la Policía Local, se acercaron a mirarlo, tocarlo y, muchos, a fotografiarse con él. La comidilla de que la Policía Local tenía a sus puertas a un burro como una suerte de mascota efímera se convirtió en la comidilla del municipio y lo recorrió por el boca a boca y mensajes de redes sociales en las primeras horas de jornada.

Al inicio de la mañana, los policías esperaban a la llegada de un veterinario para comprobar si el burro tenía microchip, lo que facilitaría la búsqueda de su dueño. Al mediodía, solo una cuerda y un cubo con agua a la entrada de las dependencias policiales daban testimonio de que el burro había pasado por allí. Un agente que se encontraba en comisaría informó de que el cuidador había ido ya a recoger al animal. El agente explicó que el dueño del burro vive fuera del ayuntamiento de Culleredo y que otra persona se encarga de cuidarlo y llevarle comida a la finca en la que se encuentra. El responsable notó la falta del pollino cuando fue a darle de comer, supo que estaba en comisaría y fue a recogerlo.