La autopista AG-55 entre A Coruña y Carballo volvió ayer al mediodía a la normalidad en el entorno del Quinto Pino en Arteixo, con las calzadas libres de obstáculos, sin cortes de tráfico ni reducciones de velocidad hasta los 50 kilómetros por hora que han sido lo habitual en este último año y medio a consecuencia de los trabajos de construcción de las conexiones de esta vía con el puerto exterior. Los vehículos circulaban ayer con fluidez y sin tener que frenar al llegar al lugar de las obras como hasta ahora al haber dos carriles cerrados Ayer ya pudieron circular hasta el máximo permitido, 120 kilómetros por hora.

La adjudicataria de los trabajos finalizó las obras que afectaban a la autopista (accesos y también el nuevo puente sobre la vía), pero no las de acceso a Langosteira, que sigue por ahora cerrada al tráfico. Fomento ha restablecido la normalidad en la circulación de esta vía justo cuando comienza la operación especial de tráfico de Navidad.

Durante las obras la concesionaria de la autopista, Autoestradas del Atlántico, cobró el peaje pese a los cortes de los carriles y de la limitación de velocidad. Solo hubo una semana en la que esta vía estuvo libre de peaje. Sobre la fecha de la apertura de este nuevo vial que transcurre íntegramente por Arteixo el Gobierno central explicó que actualmente ejecuta los últimos trabajos en la carretera como el pintado y la instalación de barreras. También señaló que la autovía está "en avanzado estado de ejecución" y se está en proceso de formalizar diversos trámites administrativos relativos a la obra.