El municipio de Oleiros registró el año pasado su récord en construcciones ilegales derribadas por la Axencia de Protección da Legalidade Urbanística (APLU) con un total de tres demoliciones frente a las dos que tenían lugar cada año desde 2011. En los tres casos se construyeron en suelo rústico y en uno era además de protección paisajística.

Aumentó el número de demoliciones pero se redujo considerablemente la entidad de las construcciones que se echaron abajo. Por ejemplo, las dos viviendas demolidas en 2014 eran dos casas de verdad, con cimentación y muros de obra, mientras que las construcciones de este año son galpones y casetas de obra, situados todos en medio de una masa forestal de eucaliptos y en las cercanías del mar.

La primera en caer bajo la piqueta de la Xunta fue un conjunto de galpones, bidones, contenedores y hasta una embarcación que se amontonaban en suelo rústico y que fueron retirados por una excavadora en el mes de julio del año pasado.

En septiembre la APLU echó abajo una casa prefabricada que se levantó, con su porche, su piscina y su barbacoa, en suelo de protección paisajística.

Al mes siguiente le tocó el turno a una vivienda que el responsable se construyó mediante la unión de dos casetas de obra, a las que añadió un tejadillo para conformar un porche al añadirle cuatro columnas.

Entre 2008 y 2010 la APLU no realizó ningún derribo de construcciones ilegales en suelo de su competencia (rústico) en Oleiros pero desde 2012 ha realizado dos demoliciones cada año excepto en el pasado 2015 en que tuvieron lugar estas tres.