El portavoz de la Agrupación de Mariscadores a Pé de la ría de O Burgo, Manuel Baldomir, considera "penoso" el resultado de la lucha de la Xunta contra el furtivismo en el estuario, ya que durante el año pasado la Policía Autonómica solo detuvo a una persona y registró 33 denuncias por extraer marisco sin permiso. "Esto confirma que lo que nosotros decimos es verdad, que la mayor parte de las veces que hay furtivos en la ría no aparece nadie", explica Baldomir, que se pregunta también cuántos kilos de marisco decomisaron las autoridades en el estuario. Según relatan los mariscadores, en el mes de julio, cuando el furtivismo pasó a ser calificado como delito, los trabajadores sin carné no bajaban a la ría o lo hacían por la noche, pero "al ver que no les pasaba nada", su actividad se hizo más intensa, incluso, a plena luz del día.

"Ahora vemos que, cuando nos toca faenar a nosotros hay lanchas y patrullas, pero para luchar contra el furtivismo no es suficiente con dejarse ver cuando trabajamos los mariscadores con carné, sino que hay que ir cuando lo hacen los furtivos", dice Baldomir, que cree que la ría ha de tener vigilancia "tanto de día como de noche".

Los mariscadores alertan no solo de que les roban el producto que tendrían que extraer ellos sino de que entra en el mercado un marisco que no ha sido retirado legalmente ni depurado de manera efectiva. Los mariscadores cerraron el año 2015 con grandes pérdidas, ya que, a principios de año sufrieron tres cierres de la ría por alto contenido de hidrocarburos y se enfrentaron a una mortandad de la almeja fina del 20%, además de los vetos al marisqueo por presencia de toxinas. Los mariscadores cogen menos del 50% del cupo máximo permitido por trabajador y día.