El Concello larachés quiere recuperar el menhir de Erboedo, que es una piedra que marca la frontera entre Arteixo y A Laracha desde hace décadas. Está en las proximidades del campo de golf de Larín y de la aldea de Santa Leocadia. Se encuentra en un monte que es de propiedad privada y sin ningún tipo de protección. Lleva así desde hace décadas, desde que se descubrió hace medio siglo. Este menhir también es conocido como la Pedra Fita dos Montes de Santa Leocadia o Pedra do Ghicho.

La intención del Ayuntamiento es la de negociar con el propietario de los terrenos para adquirirlos y así poder poner en marcha un plan para proteger este menhir. Así lo explica el Gobierno municipal, que ha incluido una partida de 87.000 euros en los presupuestos de 2016. En esa cantidad también está incluida la compra del castro de Montesclaros. El Ejecutivo larachés explica que quiere llevar a cabo "un plan de promoción, señalización y de mantenimiento" cuando consiga los terrenos del menhir.

Uno de los problemas que tiene el menhir en la actualidad son los accesos. Para llegar hasta este menhir hay disponibles dos opciones: desde la parroquia de Erboedo (está el rego da Lagareira, que en los últimos días ha estado desbordado por las continuas lluvias) y desde el lado de Arteixo (en la carretera que une el campo de golf de Larín con la aldea de Santa Leocadia). En ambos casos se trata de un pequeño camino de tierra.

El Gobierno local deberá realizar una modificación del plan general antes de iniciar el proceso para la compra de las parcelas del menhir. La previsión del Ejecutivo es llevarla al pleno ordinario que se celebrará a finales de este mes, según indica desde el propio Gobierno local.

Este menhir aparece recogido en el catálogo de patrimonio del Plan General de Ordenación Municipal de A Laracha. "Se trata de un elemento a tener muy en cuenta dadas sus características de tamaño y emplazamiento", señala el catálogo. Es una piedra de dos metros de altura y tiene una base 90 centímetros. El plan general también destaca la presencia de cuatro grandes piedras en la base de la piedrafita "a modo de grandes calzas de apoyo" y que se encuentra "poco alterado". La única pega que observa es que tiene una pintada hecha con un aerosol de color rosa.