El Ayuntamiento ha reducido casi un 95% el déficit del servicio de aguas en el último año. Esas son las cuentas que presentó ayer el Gobierno local a la oposición. El suministro de agua lo gestiona directamente el Concello arteixán -con personal propio y con varias empresas externas subcontratadas- desde mediados de 2013, cuando intervino la empresa mixta Augarsa.

De perder 292.594 euros en el ejercicio de 2014 ha pasado a apenas un déficit de 15.704 euros en 2015. La cantidad de agua que Arteixo compra a la Empresa Municipal de Aguas de A Coruña, Emalcsa, se ha reducido en un 5,51%, lo que supone un ahorro de 42.206 euros a las arcas municipales.

Otro de los datos positivos se registra en la facturación por el servicio, ya que crece más de un 25% en un año. En este apartado se incluye la incorporación del polígono de Sabón, que también requiere más de 73.000 euros de mantenimiento.

El concejal de Obras, José Ramón Amado, explica que en las cuentas que ha presentado no incluye todas las inversiones para renovar la red de aguas. El edil calcula que esa inversión que se ha realizado en buena medida gracias a fondos procedentes de la Diputación de A Coruña y de la Autoridad Portuaria asciende a más de dos millones de euros. Estos trabajos incluyeron la renovación de la red en Sol y Mar, O Moucho, Vilarrodís, Suevos y Rañobre, travesía de Arteixo y Uxes.

Amado estima que una de las causas del descenso del coste del servicio es la mejor detección de fugas. El Concello ha instalado un sistema de caudalímetros que permite conocer el nivel de los depósitos que hay en el municipio y el suministro de las tuberías. "Esto nos permite ver si algo se sale de los parámetros normales", argumenta el edil de Obras. Esto unido a la renovación de la red (se producen menos fugas que con las tuberías antiguas) provoca que el Ayuntamiento compre menos agua a Emalcsa. El 70% del consumo de Arteixo procede de la empresa coruñesa y el resto de captaciones como la de Sisalde. "Viendo estos datos se ve que en Augarsa solo interesaba el negocio y no el agua. Esto estaba gestionado de forma escandalosa", denuncia José Ramón Amado.

El consumo de agua en las zonas en las que la red se ha renovado recientemente ha caído respecto a 2014. En la canalización que parte de Penamoa y va hacia el depósito de Pastoriza el Concello redujo la compra de agua en 42.511 euros y en el de Monte das Arcas, en A Zapateira, descendió en 30.435 euros. El único lugar en el que aumentó el consumo de agua fue en Meicende, donde todavía existe la tubería de fibrocemento de los años 80. Allí el Ayuntamiento tuvo que abonar 26.519 euros más que en 2014.