La reorganización aprobada por el Ejecutivo de Curtis durante este mandato ha propiciado de nuevo las críticas de la oposición. El BNG, que ya criticó hace meses la supresión de las comisiones informativas y delegación de todas las competencias posibles del pleno y la junta de gobierno en Alcaldía, denuncia ahora que la nueva reorganización no solo supone un ahorro, sino que el Ejecutivo ha incrementado los gastos de gobierno.

La formación nacionalista critica que el Gobierno local ha "olvidado" todas sus promesas de ahorro con la creación de una nueva Comisión de Coordinación Municipal, que reúne una vez al mes a todos los ediles del Gobierno local y que lleva aparejadas unas dietas por asistencia de 200 euros.

Las cuentas del BNG no coinciden con las aportadas por el Ejecutivo que preside Javier Caínzos. Los nacionalistas sostienen que el gasto en órganos de gobierno se ha incrementado hasta los 107.650 euros y lamenta la reserva de 35.000 euros para atenciones protocolarias. Los populares presumen, por el contrario, de que el ahorro en órganos de gobierno será de 42.000 durante el mandato. Desde el Ejecutivo insisten en que la Comisión de Coordinación Municipal estaba prevista desde el arranque de la legislatura y defiende que es más operativa que las juntas de gobierno, que han sido suprimidas y en la que solo estaban representados el alcalde y tres concejales del gobierno.

El Gobierno local destaca que las nuevas dietas por la asistencia a esta comisión tendrán un coste de 14.400 euros al año, que se ve compensad por la supresión de las juntas de gobierno y las comisiones informativas previas al pleno. El Ejecutivo también ha recortado las dietas por asistencia a pleno, que han pasado de 110 a 50 euros, con lo que se da la paradoja de que los concejales cobran cuatro veces más por acudir a la Comisión de Coordinación que al máximo órgano de decisión del Ayuntamiento.

La eliminación de este último órgano, que el PP tachó de "inoperativa" porque la oposición "no presentaba propuestas", ha sido muy criticada por el BNG. La formación acusa al Ejecutivo de reducir su capacidad de fiscalización y lamenta que el alcalde se negase a celebrarlas pese a que le propusieron mantenerlas sin pagar las dietas.